MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El uso de un páncreas artificial se asocia con un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre para las personas con diabetes tipo 1 en comparación con el tratamiento estándar, según ha detectado una revisión de la evidencia disponible publicada por 'The BMJ'.
Los resultados muestran que el tratamiento artificial del páncreas proporciona casi dos horas y media adicionales de niveles normales de glucosa en sangre (normoglucemia) al día, mientras que reduce el tiempo tanto en niveles altos (hiperglucemia) como bajos (hipoglucemia) de glucosa en sangre.
Aunque se necesitan más investigaciones para verificar los hallazgos, los autores afirman que estos resultados respaldan la opinión de que "los sistemas de páncreas artificiales son un enfoque de tratamiento seguro y efectivo para las personas con diabetes tipo 1".
El páncreas artificial es un sistema que mide los niveles de azúcar en la sangre utilizando un monitor de glucosa continuo (MCG) y transmite esta información a una bomba de insulina que calcula y libera la cantidad requerida de insulina en el cuerpo, tal como lo hace el páncreas en personas sin diabetes. La investigadora principal, Eleni Bekiari de la Universidad Aristóteles de Thessaloniki, Grecia, y el equipo se propusieron investigar la efectividad y la seguridad de los sistemas de páncreas artificiales en personas con diabetes tipo 1.
Estos expertos revisaron los resultados de 41 ensayos controlados aleatorios que involucraron a más de 1.000 personas con diabetes tipo 1, que compararon los sistemas de páncreas artificiales con otros tipos de tratamiento basado en la insulina, incluida la terapia con bomba de insulina. Encontraron que el páncreas artificial se asocia con casi dos horas y media adicionales en normoglucemia en comparación con otros tipos de tratamiento cuando se usa durante la noche y durante un periodo de 24 horas.
REDUCE LOS TIEMPOS DE HIPO E HIPERGLUCEMIA
El uso del páncreas artificial también redujo el tiempo transcurrido en la hiperglucemia en aproximadamente dos horas y en la hipoglucemia (20 minutos menos) en comparación con otros tipos de terapia. Los análisis adicionales para probar la fortaleza de las asociaciones para diferentes dispositivos y en diferentes entornos fueron consistentes, lo que sugiere que los resultados son sólidos.
Como tal, los autores dicen que su revisión proporciona una descripción válida y actualizada sobre el uso de sistemas de páncreas artificiales para la diabetes tipo 1. Sin embargo, señalan que la mayoría de los ensayos tenían un riesgo de sesgo alto o poco claro, el tamaño de muestra fue pequeño y la duración de la evaluación fue corta, por lo que deben interpretarse con precaución.
Además, sugieren que se debe hacer más para evaluar la relación costo-efectividad "con el fin de apoyar la adopción de sistemas artificiales de páncreas en la práctica clínica". Los autores también recomiendan que futuras investigaciones "exploren el uso artificial del páncreas en grupos relevantes de personas con diabetes tipo 2" y digan que "el efecto del uso del páncreas artificial en la calidad de vida y la reducción de la carga del paciente debería explorarse más".