MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes ingresados por COVID-19 con neumonía adquirida durante su estancia en la UCI suelen presentar síntomas asociados al Covid persistente, según un estudio de seguimiento de tres meses realizado por investigadores del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), en casi 1.000 pacientes de 40 UCI españolas.
El estudio ha estado liderado por el jefe de grupo en el Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS Antoni Torres, y los datos proceden de la base del estudio CIBERESUCICOVID, financiado por el Instituto de Salud Calor III (ISCIII). Para su desarrollo ha contado con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), así como la participación del Barcelona Supercomputing Centre (BSC).
En un estudio realizado en 991 pacientes ingresados en 40 UCI españolas (desde el 16 de febrero de 2020 hasta el 01 de enero de 2021) sometidos a seguimiento de tres meses después del alta hospitalaria, se detectaron síntomas persistentes post-COVID-19 en más de dos tercios de los pacientes, si bien la tasa de reingreso hospitalaria se mantuvo baja y solo el 15% necesitó acudir a urgencias.
Un total de 315 pacientes desarrollaron neumonía adquirida en la Unidad de Cuidados Intensivos (ICUAP) y los que requirieron ventilación mecánica invasiva presentaron mayores síntomas persistentes una vez dados de alta. Asimismo, más del 10% seguía necesitando oxígeno en su domicilio.
"En nuestro trabajo hemos determinado que el sexo femenino, la duración de la estancia en UCI, el desarrollo de la neumonía adquirida durante el ingreso y sufrir distrés respiratorio constituyeron factores independientes para una mala salud persistente en los pacientes una vez haber sufrido coronavirus", señala el jefe de grupo del CIBERES en el Hospital Clinic de Barcelona Antoni Torres.
La definición de COVID persistente establece como síntomas comunes que se prolongan al menos dos meses, entre otros, la fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, y generalmente tienen un impacto en el funcionamiento diario; con una incidencia e intensidad que no se correlacionan con la gravedad inicial de la enfermedad.
La mala salud post Covid-19 se determinó por un formulario asociado a estos síntomas: disnea, debilidad, astenia, mialgia, tos, entumecimiento, dolor de cabeza, anosmia y ageusia, se registraron las estadías en UCI y hospital, las comorbilidades y la probabilidad de supervivencia; y se realizaron radiografías y tomografías de tórax y pulmón.
Durante la realización del estudio, se encontró que el desarrollo de una neumonía adquirida en la UCI es un factor independiente asociado con una mala recuperación a los 3 meses de seguimiento. "Este es un hallazgo especialmente importante dada la alta incidencia de neumonía nosocomial en pacientes críticos, sobre todo en aquellos que necesitan ventilación mecánica invasiva, por lo que es importante la prevención. La hipótesis es que una segunda infección (ICUAP) aumenta el daño pulmonar, y, en consecuencia, el riesgo de padecer Covid persistente", explica Torres.
Los investigadores, por lo tanto, consideran necesario realizar otros estudios en esta línea y ponen el foco en la necesidad de la prevención de la neumonía adquirida en la UCI, porque podría tener efectos beneficiosos para paliar el síndrome de la mala salud post Covid.