MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
Las personas con piernas fuertes tienen menos probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca tras un infarto, según una investigación presentada en Heart Failure 2023, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
El infarto de miocardio es la causa más frecuente de insuficiencia cardíaca, y en torno al 6-9% de los pacientes que sufren un infarto de miocardio desarrollan esta enfermedad. Investigaciones anteriores han demostrado que tener unos cuádriceps fuertes se asocia a un menor riesgo de muerte en pacientes con enfermedad arterial coronaria.
Este estudio puso a prueba la hipótesis de que la fuerza de las piernas se asocia a un menor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca tras un infarto agudo de miocardio. El estudio incluyó a 932 pacientes hospitalizados entre 2007 y 2020 con infarto agudo de miocardio que no padecían insuficiencia cardiaca antes del ingreso y no desarrollaron complicaciones de insuficiencia cardiaca durante su estancia hospitalaria. La mediana de edad era de 66 años y 753 participantes (81%) eran hombres.
Se midió la fuerza máxima del cuádriceps como indicador de la fuerza de las piernas. Los pacientes se sentaron en una silla y contrajeron los músculos cuádriceps con la mayor fuerza posible durante cinco segundos. Un dinamómetro manual fijado al tobillo registró el valor máximo en kilos.
La medición se realizó en cada pierna y los investigadores utilizaron la media de ambos valores. La fuerza se expresó en relación con el peso corporal, lo que significa que la fuerza del cuádriceps en kilos se dividió por el peso corporal en kilos y se multiplicó por 100 para obtener un valor en % del peso corporal. Los pacientes se clasificaron como de fuerza "alta" o "baja" en función de si su valor estaba por encima o por debajo de la mediana para su sexo.
El valor mediano para las mujeres fue del 33% del peso corporal y el valor mediano para los hombres fue del 52% del peso corporal. Un total de 451 pacientes tenían una fuerza de cuádriceps baja y 481 una fuerza alta. Durante un seguimiento medio de 4,5 años, 67 pacientes (7,2%) desarrollaron insuficiencia cardiaca. La incidencia de insuficiencia cardíaca fue de 10,2 por 1.000 personas-año en los pacientes con fuerza elevada de cuádriceps y de 22,9 por 1.000 personas-año en los que tenían fuerza baja.
Los investigadores analizaron la relación entre la fuerza del cuádriceps (baja frente a alta) y el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca. El análisis se ajustó en función de factores que se sabe que están asociados al desarrollo de insuficiencia cardiaca tras un infarto de miocardio, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, un infarto de miocardio o angina de pecho previos, la diabetes, la fibrilación auricular, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad arterial periférica y la función renal. En comparación con una fuerza de cuádriceps baja, un nivel de fuerza alto se asoció con un riesgo un 41% menor de desarrollar insuficiencia cardiaca.
Los investigadores también analizaron la asociación entre la fuerza de los cuádriceps como variable continua y el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca. Cada incremento del 5% del peso corporal en la fuerza de los cuádriceps se asoció con una probabilidad un 11% menor de insuficiencia cardiaca.
El autor del estudio, Kensuke Ueno, fisioterapeuta de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Kitasato, Sagamihara (Japón), explica que "la fuerza del cuádriceps es fácil y sencilla de medir con precisión en la práctica clínica".
"Nuestro estudio indica que la fuerza del cuádriceps podría ayudar a identificar a los pacientes con mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca tras un infarto de miocardio, que podrían recibir una vigilancia más intensa --añade--. Los resultados deben reproducirse en otros estudios, pero sugieren que debería recomendarse el entrenamiento de la fuerza de los cuádriceps a los pacientes que han sufrido un infarto para prevenir la insuficiencia cardiaca".
