MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto Pasteur y otros centros de investigación franceses han descubierto cómo la nicotina tiene un impacto directo en la restauración de la actividad neuronal implicada en trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, lo que explicaría por qué los afectados por este trastorno tienen un mayor nivel de dependencia al tabaco.
En su estudio, publicado en la revista 'Nature Medicine', utilizaron un modelo de ratones para dilucidar el mecanismo de acción de la nicotina en las células de la corteza prefrontal, asociada con el conocimiento y la toma de decisiones y una de las más deterioradas en pacientes con esquizofrenia.
Estudios previos han constatado que los pacientes con esquizofrenia suelen recurrir al tabaco para aliviar los síntomas de su enfermedad o combatir los efectos secundarios graves que puede tener su tratamiento, tales como sensación de letargo o falta de motivación.
En un estado no patológico, la actividad de la corteza prefrontal es modulada por neurotransmisores como la acetilcolina a través de los receptores nicotínicos encontrados en la superficie de las neuronas. Y recientemente se ha visto que la mutación genética CHRNA5, que codifica una subunidad de receptor nicotínico, está asociada con trastornos cognitivos en pacientes esquizofrénicos y con la dependencia de la nicotina.
En este estudio, científicos de la Unidad de Neurobiología Integrativa de Sistemas Colinérgicos del Instituto Pasteur y el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, en sus siglas en francés), dirigida por Uwe Maskos, introdujeron el gen CHRNA5 humano en ratones con el objetivo de reproducir los déficits cerebrales que caracterizan a la esquizofrenia.
UNA MENOR ACTIVIDAD CEREBRAL
Utilizando una técnica de imagen in vivo y un nuevo método de análisis computacional, los científicos observaron una actividad reducida en la corteza prefrontal de ratones con la mutación CHRNA5. Además, fueron capaces de identificar un tipo de células concretas cuya actividad se veía afectada por la mutación genética, unas pequeñas interneuronas que crean conexiones entre las redes neuronales.
"Nuestra investigación sobre este modelo de enfermedad también muestra que cuando administramos nicotina, se une a los receptores nicotínicos en interneuronas e influye en la actividad celular piramidal en la corteza prefrontal, que vuelve a un estado normal de actividad", explicó Fani Koukouli, primer autor de este estudio.
La caída de actividad medida en este modelo es similar a la observada en pacientes con trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia y la adicción a sustancias.
De este modo, ha añadido Maskos, dado que la administración repetida de nicotina restaura la actividad normal a la corteza prefrontal, "podría allanar el camino para una posible diana terapéutica para el tratamiento de la esquizofrenia".
No obstante, ha añadido, esta molécula terapéutica tendría que funcionar de la misma manera que la nicotina pero sin sus efectos nocivos (dependencia, envejecimiento celular, aumento de la frecuencia cardíaca, etc.).