Los pacientes con esclerosis múltiple no deberían abusar de la bollería industrial y los embutidos

Alimentos y esclerosis múltiple
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 19 diciembre 2012 18:25

Aun no está claro que la dieta desencadene la enfermedad


MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las grasas saturadas, la bollería industrial, leche entera, mantequilla o los embutidos son algunos de los alimentos que el doctor Javier Olascoaga, no aconseja en pacientes con esclerosis múltiple, durante la presentación este miércoles en Madrid de su libro 'Alimentación sana para la esclerosis múltiple'.

Asimismo, este experto aconseja que este tipo de pacientes no abusen del aceite de cacahuete, las galletas que contienen grasas animales, los quesos grasos y el tocino. Todo lo contrario que el aceite de higado de bacalao y de oliva virgen, té verde, café, vino tinto, carnes poco grasas, pescados, lácteos y huevos, legumbres, vegetales, arroz integral, frutas, chocolate o frutos secos.

Todos ellos vienen recogidos en el libro que ha presentado Olascoaga, cuyas ventas serán destinadas integramente a las asociaciones de pacientes de esclerosis múltiples, representadas por la Federación Española en la Lucha contra la Esclerosis Múltiple (FELEM).

En él "se intenta dar respuesta o información a muchos pacientes sobre que tipo de alimentación o suplementos pueden tomar", ha señalado el también coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario de Donostia (País Vasco).

De este modo, el manual 'Alimentación sana para la esclerosis múltiple' recoge información sobre alimentos y 52 recetas de cocina, aportadas por 'chefs' de restaurantes de toda España, destinadas a los pacientes con esclerosis múltiple. Además de las novedades en cuanto a dietas, una explicación sobre la enfermedad y sus factores de riesgo.

"En esta obra además de describir qué es la esclerosis múltiple, se recoge los últimos conocimientos sobre la enfermedad y se explica en detalle la importancia de la alimentación a la hora de afrontarla. Para ello, hemos contado con la colaboración de más de medio centenar de restaurantes de toda España, que han cedido desinteresadamente sus recetas", ha precisado Olascoaga.

Pese a que se desconoce la causa que desencadena la esclerosis múltiple, se barajan factores hormonales --que podrían explicar porque se dan 3 casos de mujeres por 1 de hombres-- e, incluso, ambientales (contaminación). También se cree que la dieta podría desencadenar esta patología, aunque todavía no está claro.

"Existen datos que avalan la posibilidad de que, en sujetos con una susceptibilidad genética, el desencadenante pueden ser diversos agentes ambientales, entre los que se encuentra la dieta. Aunque hasta la fecha no se baraja como uno de los principales factores, ya que se sigue dando importancia a la vitamina D, a determinados virus y al tabaco, existen investigaciones recientes que demuestran que el papel de la alimentación puede ser más relevante", ha argumentado este experto.

Tras ello, Olascoaga ha reconocido que algunas bacterias de la flora intestinal, como el 'bacteroides fragili' "son capaces de favorecer la secreción de un polisacárido que puede inducir la producción de linfocitos antiinflamatorios (células T reguladoras) y, de esa manera, disminuir la respuesta inmune anómala y la inflamación consiguiente, "lo que abre puertas a futuros campos en la investigación".

Con todo, la desnutrición por una alimentación inadecuada origina un trastorno del sistema inmune, que afecta a la función mental y a la fuerza de los músculos respiratorios, contribuyendo a la pérdida de masa muscular y a la aparición de espasmos, debilidad y fatiga. También pueden aparecer, entre otros síntomas, temblor, problemas de visión, depresión y úlceras por presión.

"La restricción calórica protege contra el daño oxidativo en las enfermedades neurodegenerativas. Por este motivo, se proponen dietas bajas en calorías para coadyuvar al retraso de la progresión de la enfermedad. Se ha probado que una comida rica en carbohidratos aumenta los niveles de insulina estimulando la expresión de móleculas inflamatorias. Por lo que sería recomendable en la dieta de estas personas la ingesta moderada de hidratos", ha señalado este experto.

Este experto ha descartado que el no cumplimiento de estas pautas empeoren el estado del paciente. Sin embargo, la no adherencia al tratamiento farmacológico, sí que puede hacerlo.

Se estima que, en España, cerca de 50.000 personas padecen esta enfermedad, con una tasa de prevalencia de 70-100 casos por 100.000 habitantes y una incidencia de 5-6 nuevos casos por 100.000 habitantes/año. Se trata además de la enfermedad necrológica más frecuente en adultos jóvenes, con un porcentaje mayor en personas de entre 20 y 40 años.