MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Federación Nacional de Asociaciones ALCER ha pedido la valoración del grado de discapacidad en las personas con enfermedad renal trasplantadas se base en la búsqueda de su inclusión laboral, respetando el principio de igualdad de oportunidades y buscando su normalización.
Así lo han redactado en un documentado, tras la I edición de las Jornadas Informativas sobre Discapacidad y Enfermedad Renal Crónica, donde han pedido fomentar las posibilidades de empleo activo de las personas con enfermedad renal trasplantadas, permitiendo su acceso y permanencia en el mercado de trabajo.
En el tercer punto los miembros de ALCER han explicado que el grado de discapacidad no tiene una relación directa con el reconocimiento de la incapacidad laboral, pero que es preciso tenerlo en cuenta a efectos de graduación del nivel de funcionamiento social y laboral de la persona.
Y en el cuarto y último punto, se pide que la valoración del grado de discapacidad debe contener principios claros que evite la diferente interpretación territorial de la norma.
Todo ello, en marco de que solo el 39 por ciento de pacientes renales trasplantados en edad laboral tienen un empleo activo, debido a factores físicos y a la dificultad para reincorporarse al mercado laboral tras años de inactividad durante el tratamiento de diálisis.