MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las personas con diabetes pueden ganar más de dos kilos de peso en verano debido a la relajación de los hábitos y al descuido de la alimentación, según ha explicado la enfermera educadora en diabetes del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Diabetes, Mercedes Galindo.
Galindo ha afirmado que "subir unos dos kilos de peso puede ser frecuente para algunos pacientes en esta época del año, así como volver de las vacaciones con unos niveles de glucemia alterados". El calor y la humedad también influyen y empeoran el control de la enfermedad, dando lugar a la aparición de complicaciones asociadas como problemas renales, que sufren el 35 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2.
La alimentación tiene un papel fundamental para evitar estos desequilibrios. Los pacientes con diabetes deben incluir en su dieta alimentos como el pescado, la carne blanca, las legumbres, los frutos secos, los cereales integrales, las frutas, los productos lácteos desnatados y el aceite de oliva virgen como grasa de adición.
Galindo ha señalado que no hace falta privarse de alimentos como la carne roja o la pasta, pero sí equilibrar la alimentación, por ejemplo, a través de "un primer plato más contundente, introduciendo pasta, arroz o legumbres, como alubias o lentejas, que pueden tomarse frías, en ensalada. El segundo plato será más ligero y puede introducirse el pan, la fruta o la patata como comodín en los casos en que la comida tenga menos cantidad de carbohidratos de los necesarios".
HACER EJERCICIO SIN DESHIDRATARSE
Aunque hay que adaptar la actividad física a las altas temperaturas del verano, el ejercicio es un hábito que debe mantenerse durante la época estival. Galindo ha recomendado "tomar previamente carbohidratos en mayor o menor cantidad, dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio, y una pieza de fruta, un yogur o un pequeño bocadillo, para compensar los niveles de glucosa".
Si se padece sudoración, debilidad, temblores o una sensación de cansancio excesiva, se deben tomar precauciones ante la posibilidad de sufrir una hipoglucemia. Por otro lado, el calor y la humedad unidos a los altos niveles de glucosa en sangre, pueden causar deshidratación, por lo que es esencial beber agua de manera constante.
ATENCIÓN A LOS PIES
Galindo ha afirmado que "los problemas neurológicos y vasculares provocan la pérdida de sensibilidad en los pies y, si se produce alguna herida que no se identifique a tiempo por no sentir dolor, puede derivar en una infección".
Para evitar complicaciones, se recomienda utilizar calzado cerrado y cómodo durante el día y comprobar, siempre que se pueda, si se ha producido alguna lesión, con el objetivo de poder tratarla a tiempo y evitar posibles infecciones.