MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con colitis ulcerosa que no siguen adecuadamente el tratamiento tienen cinco veces más probabilidades de tener un brote, según se ha puesto de manifiesto durante una jornada organizada en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid para pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, patología que agrupa a la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
Actualmente, los tratamientos para controlar esta enfermedad varían según la localización de la inflamación y la gravedad en cada paciente. Así, en los casos más leves de colitis se administra una terapia oral denominada aminosalicilato, pero cuando los pacientes tienen brotes pueden requerir corticoides y, cuando estos no funcionan, pueden ser necesarios tratamientos inmunosupresores o biológicos.
En este sentido, la jefe del Servicio de Aparato Digestivo del hospital, Mercedes Domínguez Antonaya, ha subrayado la importancia de que los pacientes sigan de forma adecuada los tratamientos pautados por los especialistas para mantener la enfermedad en remisión y evitar nuevas recaídas.
Por otra parte, y respecto a los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, la doctora ha comentado que pueden requerir en algún momento de su evolución tratamientos que disminuyan las defensas y aumenten el riesgo de infecciones, como los inmunosupresores o biológicos mencionados anteriormente. Por ello, se recomienda la vacunación de la gripe, neumococo, hepatitis B, tétanos, sarampión, rubéola y parotiditis.
UNA VIDA NORMAL ES POSIBLE
A pesar de las dificultades a las que se enfrentan quienes sufren esta enfermedad, con un tratamiento adecuado la mayoría de ellos pueden realizar las actividades de la vida cotidiana con normalidad. En este sentido, los pacientes pueden seguir una dieta normal ya que, como ha explicado Domínguez, en principio no es necesario restringir ningún alimento porque no se ha demostrado que ninguno desencadene los brotes ni empeore la inflamación.
"Por ello, cuanto más variada y rica sea la alimentación, mejor será para el paciente de cara a evitar déficits nutricionales. En los brotes de inflamación intestinal puede que el paciente tolere peor determinados alimentos, como los lácteos o la fibra. Asimismo, las pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal podrán tener un embarazo y parto normales siempre que se queden embarazadas en un periodo de remisión de la enfermedad", ha apostillado la experta.
Si, por el contrario, el embarazo se produce en un momento en que la enfermedad no esté controlada y esté activa, sí existen más riesgos para el feto, como retraso del crecimiento intrauterino, niños de bajo peso al nacer, partos prematuros y aborto. Y es que, tal y como ha apuntado, la mayoría de los tratamientos que se utilizan en la enfermedad inflamatoria intestinal pueden mantenerse durante el embarazo y la lactancia y, por otro lado, ninguna de estas dos situaciones afecta negativamente a la enfermedad.