MADRID 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El hígado de los pacientes coinfectados por el virus de la hepatitis C y el VIH se deteriora más rápido en éstos que en los infectados sólo el virus hepático, por lo que es esencial iniciar cuanto antes el tratamiento de esta infección, según aseguró la presidenta de la Fundación de Investigación De Diego y de Puerto Rico Medical Care, la profesora Maribel Rodríguez, en el marco del Congreso del Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (GESIDA).
Aunque el tratamiento con antirretrovirales mantiene a raya la infección por VIH, esta experta afirma que las complicaciones médicas severas están asociadas a enfermedades hepáticas que pueden, incluso, provocar su muerte. "Los pacientes que tienen daño significativo en el hígado y además VIH no pueden retrasar su tratamiento, porque 3-4 años es la diferencia entre que estén vivos o muertos", indicó.
No obstante, la respuesta de estos pacientes "no es tan buena como si no estuvieran coinfectados", señaló, por lo que aún son pocos los médicos que se deciden a tratar a sus pacientes ante "la pobre efectividad" de los tratamientos existentes. No obstante, Rodríguez fue tajante y aseveró que "aunque no podemos aspirar a curar al 90 por ciento, pero sí podemos curar al 40 por ciento del genotipo más benigno.
Otros condicionantes que influyen en un menor índice de tratamiento de estos pacientes son las llamadas comorbilidades, patologías adicionales que padece el coinfectado. En este sentido, muchos especialistas excluyen del tratamiento a pacientes con enfermedades neuropsiquiátricas, como depresión, ansiedad o trastornos de la personalidad.
Sin embargo, la experta apunta a que "estas enfermedades no deben de ser una traba porque, en esos casos, el especialista en infecciosas puede tratar de colaborar con un especialista en Psiquiatría, y hablar del desarrollo de la terapia y los posibles efectos adversos".
UNA NUEVA ALTERNATIVA
En el marco de este congreso, la farmacéutica Roche presentó una alternativa terapéutica para estos pacientes, la combinación de interferón pegilado alfa 2 y ribavirina, que comercializa con el nombre de 'Copegus', que puede curar hasta a la mitad de los enfermos y que, además, se individualiza según la respuesta virológica del paciente.
De hecho, Rodríguez advirtió de que los pacientes con hasta 100 células CD4 por mililitro pueden recibir la terapia, como también pueden hacerlo los que consumen menos de 50 gramos diarios de alcohol.