SEVILLA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una investigación llevada a cabo en distintos centros de toda Andalucía con 916 pacientes con cirrosis relacionada con el virus de la hepatitis C ha concluido que dos tercios de los pacientes más avanzados mejoraron clínicamente tras recibir tratamiento con antivirales durante doce meses y alcanzar la curación.
Entre las conclusiones, la Junta ha destacado en una nota que la supervivencia fue mayor en los pacientes recompensados que en los descompensados, aunque no llegó a ser la misma que en los pacientes compensados. Sin embargo, el riesgo de desarrollar cáncer de hígado no igualó a los pacientes recompensados, permaneciendo dicho riesgo similar a los que se mantenían descompensados.
El concepto 'cirrosis recompensada' se refiere a personas que habían tenido cirrosis descompensada --con síntomas graves como ascitis, encefalopatía o hemorragia--, pero que mejoraron clínicamente un año después de alcanzar la curación de la infección con los tratamientos antivirales.
Los pacientes recompensados tuvieron una mejor tasa de supervivencia que aquellos que no experimentaron resolución clínica de la descompensación, aunque su supervivencia siguió siendo menor que la de los pacientes compensados.
La investigación, publicada en 'Journal of Hepatology' ha concluido que es "fundamental" mantener el cribado del cáncer de hígado, ya que su riesgo no disminuyó entre los recompensados.
En el estudio, liderado por la Dra. Yolanda Sánchez y el Dr. Javier Ampuero, y en el que también han participado los Dres. Manuel Romero y Celia Pérez, todos miembros de la Unidad de Aparato Digestivo del Virgen del Rocío, se clasificaron a los pacientes en tres grupos mutuamente excluyentes: compensados, descompensados y recompensados.
Según ha informado la Junta, un 23 % de los pacientes tenía cirrosis descompensada al inicio del trabajo. Los sujetos fueron seguidos hasta la ocurrencia de un trasplante de hígado, la muerte o la última fecha de seguimiento. El actual presidente de la Sociedad Andaluza de Patología Digestiva, el doctor Javier Ampuero, ha agradecido la colaboración de diversas instituciones y centros de la comunidad autónoma, entre las que se encuentran el Hospital Universitario Virgen del Rocío, Instituto de Biomedicina de Sevilla, Hospital Universitario Virgen Macarena y Hospital Universitario Costa del Sol de Marbella.
Así como el Hospital Universitario Reina Sofía e Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, Hospital Universitario Virgen de Valme, Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva, Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería y la Universidad de Sevilla.
ACABAR CON LA HEPATITIS C
El pasado mes de enero, el Hospital Universitario Virgen del Rocío recibió la Certificación de Excelencia en la implementación del Decálogo para la Eliminación de la Hepatitis C que otorga la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).
Este pone en valor las iniciativas puestas en marcha por el hospital para avanzar en la eliminación de esta enfermedad. La certificación reconoce el compromiso del hospital para avanzar en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la hepatitis C, contribuyendo al objetivo de la OMS de eliminar esta enfermedad para 2030.
La infección crónica por hepatitis C es responsable de una de las hepatopatías con mayor prevalencia a nivel mundial, siendo una de las principales indicaciones de trasplante hepático.
Tras la llegada de los antivirales de acción directa en 2015, la mayor parte de los pacientes pueden ser curados en pocas semanas y con pocos efectos adversos, a diferencia de lo que ocurría anteriormente.
Los profesionales de la unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío han tratado y curado a cerca de 2.000 pacientes desde 2015, cuando llegaron los antivirales de acción directa.
Además, ahora se están centrando en la detección de pacientes con infección no conocida y, especialmente, en determinar qué pacientes deben mantener seguimiento en el sistema sanitario por riesgo de complicaciones tras la curación de la hepatitis C.