MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han descubierto que la ouabaína, un compuesto vegetal que también es sintetizado por el organismo, puede asociarse con la liberación explosiva de adrenalina en situaciones de estrés y, por contra, su ausencia puede provocar un agotamiento de su secreción, según el estudio publicado en la revista 'European Journal of Physiology'.
La digital es una sustancia que se extrae de la flor 'Digitalis purpurea', más conocida como dedalera, y uno de sus componentes, la ouabaína, posee la capacidad de aumentar la fuerza de contracción del corazón, por lo que desde hace más de 200 años se utiliza en fármacos para tratar la insuficiencia cardiaca.
El organismo sintetiza este compuesto en distintos órganos, particularmente en las células de la corteza suprarrenal, pero hasta ahora no se sabía muy bien la posible función fisiológica de esta ouabaína endógena.
El trabajo del Instituto Fundación Teófilo Hernando (IFTH), adscrito a la UAM, ha propuesto la hipótesis de que la ouabaína endógena baña las células de la médula suprarrenal, lo que facilitaría el mantenimiento prolongado de la secreción de adrenalina asegurando así su presencia en los distintos órganos y tejidos para garantizar su funcionamiento en situaciones de estrés prolongado.
Los derivados de la digital son productos cuya estructura química imita la de las hormonas corticoides, que se fabrican y secretan en la corteza de la glándula suprarrenal y se ubican encima de cada riñón.
La médula de la glándula suprarrenal también fabrica y secreta otra hormona, la adrenalina, mientras que las hormonas corticales y medulares complementan sus numerosos efectos fisiológicos de manera secuencial y altamente coordinada.
Antonio García, director de la investigación, explica que cuando una emergencia amenaza la vida la adrenalina almacenada en vesículas se libera a la circulación de forma explosiva para actuar en prácticamente cada célula del organismo, con el fin de disponerle para afrontar y sobrevivir a esa amenaza, en una reacción de lucha o huida.
REACCIONES ANTE UNA AMENAZA
"La frecuencia del latido cardiaco se acelera bruscamente, la fuerza de contracción del corazón aumenta para llevar más sangre oxigenada a los tejidos, las pupilas se dilatan para ampliar el campo visual, las arterias que irrigan el cerebro y los músculos aumentan su calibre para enfrentarse a la imprevista emergencia", ha explicado.
Y todo ello se completa con la liberación a la circulación sanguínea de glucosa desde sus depósitos en forma de glucógeno en hígado y músculo, proveyendo así la energía necesaria para mantener la alerta, para luchar o huir del peligro, agrega el investigador.
Por ello, si la adrenalina que secreta la célula cromafín de la médula suprarrenal a la circulación sirve para poner en guardia inmediata al individuo amenazado, el cortisol de la corteza suprarrenal interviene cuando se prolonga el estado de emergencia. Su función consiste así en asegurar el equilibrio del medio interno y el metabolismo celular en rangos de tiempo mayores (horas, días, semanas).
De hecho, son bastante conocidos los usos de altas dosis de corticoides en las enfermedades alérgico-inflamatorias agudas y crónicas, o en el cáncer y el trasplante de órganos por su acción inmunosupresora.