MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cuando las personas que viven con VIH participan en la toma de decisiones y en la prestación de servicios relacionados con el VIH, el número de nuevos casos disminuye y un mayor número de pacientes obtienen acceso al tratamiento, según reivindica ONUSIDA en su informe 'Power to the people', publicado con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra este domingo 1 de diciembre.
"Cuando las personas y las comunidades tienen poder, se produce un cambio. La solidaridad de las mujeres, los jóvenes, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los profesionales del sexo, las personas que consumen drogas y las personas transgénero ha transformado la epidemia del sida", reivindica la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
El estudio, presentado en Kenia este martes, evidencia que se han logrado progresos significativos, en particular en la ampliación del acceso al tratamiento. A mediados de 2009, se estimaba que 24,5 millones de los 37,9 millones de personas con VIH tenían acceso al tratamiento. Sin embargo, los progresos en la reducción de las infecciones son "desiguales" y 1,7 millones de personas contrajeron el virus en 2018.
Las nuevas infecciones por el VIH disminuyeron un 28 por ciento entre 2010 y 2018 en África oriental y meridional, la región más afectada. En cambio, la tasa de incidencia entre las adolescentes y las mujeres jóvenes de 15 a 24 años de edad en estas zonas disminuyó del 0,8 por ciento en 2010 al 0,5 por ciento en 2018, lo que representa una disminución del 42 por ciento. Sin embargo, las mujeres jóvenes y las niñas siguen siendo las más afectadas por los nuevos contagios: cuatro de cada cinco infecciones entre los adolescentes del África subsahariana se producen en niñas.
"La asociación entre el Gobierno y la sociedad civil, junto con la participación significativa de las comunidades, nos ha permitido reducir significativamente las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida. Las comunidades son el centro de la respuesta al sida y son fundamentales para acabar con él", explica la secretaria del Gabinete de Salud de Kenia, Sicily Kariuki.
Fuera de África oriental y meridional, las nuevas infecciones por el VIH han disminuido solo un 4 por ciento desde 2010. Además, se han experimentado aumentos en otras zonas: un 29 por ciento en Europa oriental y Asia central, un 10 por ciento en Oriente Medio y África septentrional y un 7 por ciento en América Latina. "Este aumento es motivo de creciente preocupación", valora ONUSIDA.
"En muchas partes del mundo se han logrado avances significativos en la reducción de nuevas infecciones, de las muertes relacionadas con el sida y de la discriminación, especialmente en África oriental y meridional, pero la desigualdad de género y la negación de los derechos humanos están dejando atrás a muchas personas. Las injusticias sociales, la desigualdad, la negación de los derechos de ciudadanía y el estigma y la discriminación están frenando el progreso contra el VIH y los Objetivos de Desarrollo Sostenible", advierte Byanyima.
CONOCIMIENTO DE VIH ENTRE JÓVENES, "ALARMANTEMENTE BAJO"
Por otra parte, el informe alerta de que el conocimiento del VIH entre los jóvenes es "alarmantemente bajo" en muchas regiones del mundo. En los países sobre los que se dispone de datos de encuestas recientes, solo el 23 por ciento de las mujeres jóvenes (de 15 a 24 años de edad) y el 29 por ciento de los hombres jóvenes tienen conocimientos amplios y correctos sobre el virus.
Las nuevas infecciones por el VIH entre los niños han disminuido en un 41 por ciento desde 2010 y casi el 82 por ciento de las mujeres embarazadas afectadas reciben terapia antirretroviral. Sin embargo, ONUSIDA lamenta que la mitad de todos los niños nacidos con el VIH que no son diagnosticados a tiempo morirán antes de su segundo cumpleaños, pero, a nivel mundial: solo el 59 por ciento de los niños expuestos al VIH se sometieron a la prueba antes de los dos meses de edad.
En 2018, 160.000 niños (de 0 a 14 años) contrajeron el VIH y 100.000 murieron a causa de una enfermedad relacionada con el sida. "Murieron ya sea porque no fueron diagnosticados o por falta de tratamiento, una acusación escandalosa de cómo se está dejando atrás a los niños", carga la organización internacional.
MUJERES JÓVENES, MUY AFECTADAS
ONUSIDA también afirma que las desigualdades de género, las normas y prácticas patriarcales, la violencia, la discriminación, otras violaciones de los derechos y el acceso limitado a los servicios de salud sexual y reproductiva "agravan" el riesgo de infección por el VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes, especialmente en el África subsahariana. Cada semana, se estima que unas 6.000 mujeres jóvenes (de 15 a 24 años de edad) se infectan con el virus.
En Suazilandia, un estudio ha demostrado que las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes que experimentaron violencia de género tenían 1,6 veces más probabilidades de contraer el VIH. El mismo informe también ha mostrado que el empoderamiento económico de las mujeres y las niñas ayuda a reducir en más de un 25 por ciento las infecciones entre las mujeres y aumenta la probabilidad de que las jóvenes y las niñas regresen a la escuela y terminen su educación.