MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el primer informe sobre la sepsis, infección responsable de una de cada cinco muertes en todo el mundo, en el que ha pedido a los países llevar a cabo una acción global para frenarla.
Hasta ahora, la mayoría de los estudios publicados sobre sepsis se han realizado en hospitales y unidades de cuidados intensivos en países de ingresos altos, lo que proporciona "poca evidencia" sobre la situación en el resto del mundo. Además, el uso de diferentes definiciones de sepsis, criterios de diagnóstico y codificación del alta hospitalaria hace que sea difícil desarrollar una comprensión clara de su verdadera carga global.
"El mundo debe intensificar urgentemente sus esfuerzos para mejorar los datos sobre la sepsis con el fin de que todos los países puedan detectar y tratar la sepsis. Esto significa fortalecer los sistemas de información sanitaria y garantizar el acceso a herramientas de diagnóstico rápido y a una atención de calidad, incluidos medicamentos y vacunas seguras y asequibles", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La sepsis ocurre en respuesta a una infección. Cuando la sepsis no se reconoce a tiempo y no se trata con prontitud puede provocar un choque séptico, insuficiencia orgánica múltiple e, incluso, la muerte. Los pacientes que están críticamente enfermos con Covid-19 grave y otras enfermedades infecciosas tienen un mayor riesgo de desarrollar sepsis y morir a causa de ella.
Además, el organismo de Naciones Unidas ha avisado de que la sepsis afecta de manera "desproporcionada" a las poblaciones vulnerables: recién nacidos, mujeres embarazadas y personas que viven en entornos de bajos recursos. En concreto, casi la mitad de los 49 millones de casos de sepsis cada año ocurren entre niños, lo que resulta en 2,9 millones de muertes, la mayoría de las cuales podrían prevenirse mediante un diagnóstico temprano y un tratamiento clínico adecuado.
INFECCIONES ADQUIRIDAS EN ENTORNOS SANITARIOS
Asimismo, la OMS ha informado de que la sepsis suele ser el resultado de infecciones adquiridas en entornos de atención médica. De hecho, aproximadamente la mitad (49%) de los pacientes con sepsis en las unidades de cuidados intensivos adquirieron la infección en el hospital, y se estima que morirán el 27 por ciento de las personas con sepsis adquirida en un hospital y el 42 por ciento de los que se han infectado en una UCI.
Ante esto, el organismo ha asegurado que la mejora del saneamiento, la calidad y disponibilidad del agua y las medidas de prevención y control de infecciones, como la higiene adecuada de las manos, pueden prevenir la sepsis y salvar vidas, pero deben ir acompañadas de un diagnóstico precoz, una gestión clínica adecuada y el acceso a medicamentos y vacunas seguros y asequibles. Estas intervenciones podrían prevenir hasta el 84 por ciento de las muertes de recién nacidos debido a la sepsis.
Por todo ello, la OMS ha pedido mejorar los diseños de estudios sólidos y la recopilación de datos de alta calidad, especialmente en países de ingresos bajos y medianos; ampliar la promoción mundial, la financiación y la capacidad de investigación de la evidencia epidemiológica sobre la verdadera carga de la sepsis; y mejorar los sistemas de vigilancia, comenzando en el nivel de Atención Primaria, incluido el uso de definiciones estandarizadas y factibles de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), y aprovechando los programas y redes de enfermedades existentes.
Finalmente, el organismo ha pedido a los países desarrollar herramientas de diagnóstico rápidas, asequibles y apropiadas para los niveles de Atención Primaria y secundaria, y con el fin de mejorar la identificación, vigilancia, prevención y tratamiento de la sepsis; e involucrar y educar mejor a los profesionales sanitarios y a la sociedad para que no subestimen el riesgo de que las infecciones evolucionen hacia la sepsis y busquen atención médica de inmediato para evitar complicaciones clínicas y la propagación de epidemias.