MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Con una inversión de 136 millones de euros dedicada a la compra de antibióticos y a la formación de personal sanitario se podría salvar la vida de 850.000 niños del África Subsahariana y Asia Meridional afectados por neumonía, según afirmó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un comunicado, este organismo explicó que la prevención y el tratamiento adecuado de la neumonía pueden evitar hasta un millón de fallecimientos infantiles cada año, el 85 por ciento de los cuales se produce en estas dos zonas del planeta. En este sentido, la OMS subrayó que la prevención de la neumonía infantil es "un componente fundamental" de toda estrategia para reducir la mortalidad infantil.
De este modo, la inmunización contra las bacterias del estreptococo y el 'haemophilus influenzae' tipo B (HIB), y del hongo 'Pneumocystis jiroveci' --responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de lactantes seropositivos con neumonía--, evitaría la muerte por neumonía de 1,8 millones de niños cada año, más que las que causa el sida, la malaria y el sarampión juntos, según la OMS.
La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales, pero los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía, explicaron. A este respecto, el sistema inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna.
De hecho, una nutrición adecuada es clave para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando con la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida que, además de prevenir eficazmente la neumonía, reduce la duración de la enfermedad, según señalaron expertos de la OMS.
Asimismo, vivir en condiciones de hacinamiento, la contaminación del aire en las casa por la quema de leña o excrementos como combustible para cocinar o calentar el hogar, y el consumo de tabaco por parte de los padres, son otros factores ambientales que si se evitan, podrían reducir la susceptibilidad de los niños a padecer neumonía.
En este sentido, la OMS y el UNICEF tienen puesto en marcha desde 2007 el Plan de acción mundial para la prevención y el control de la neumonía (GAPP, por sus siglas en inglés), cuya finalidad es acelerar el control de la neumonía mediante la prevención y la inmunización de los menores que viven en zonas desfavorecidas.