MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten de que las olas de calor son cada vez "más frecuentes e intensas como consecuencia del cambio climático" y para hacerlas frente han publicado una guía conjunta con orientaciones de cara a los riesgos para la salud que plantean.
OLA DE CALOR
En este sentido, la director del departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, María Neira, y el director de la oficina de predicción del clima y de adaptación al cambio climático de la OMM, Maxx Dilley, han manifestado que las olas de calor son "un fenómeno natural peligroso que cada vez requiere más atención".
Además, han añadido en un comunicado conjunto que pese a que las olas de calor "no tienen el carácter espectacular ni la violencia repentina de otros peligros, como los ciclones tropicales o las crecidas repentinas, sus repercusiones pueden ser severas".
En este contexto, informan de que en los últimos 50 años han aumentado los días y las noches calurosos y la frecuencia de las olas de calor es mayor. Así, apuntan que según el Grupo de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), la duración, frecuencia e intensidad de las olas de calor "probablemente aumenten" en la mayoría de las zonas terrestres a lo largo de este siglo.
A juicio de estos expertos, las repercusiones que tienen para la salud, las olas de calor también ejercen una presión añadida sobre infraestructuras como las del sector de la electricidad, el agua o el transporte.
Ambas organizaciones recuerdan las recientes olas de calor en India y Pakistán que han provocado la muerte a cientos de personas y la que en el verano de 2003 afectó al hemisferio norte y que en Europa causó decenas de miles de víctimas mortales (más de 15.000 en España), como las olas de calor, incendios forestales y la contaminación del aire asociada que vivió Rusia en 2010.
Ante esta situación, la OMM ha destacado el desarrollo de sistemas de alerta temprana de olas de calor que permiten reducir los riesgos para la salud, ya que proporcionan información basada en predicciones meteorológicas y/o climáticas que sirve para evaluar la posibilidad de que eventuales episodios de calor lleguen a tener repercusiones para la salud.
La guía que ambas instituciones han desarrollado 'Heatwaves and Health: Guidance on Warning-System Development (Olas de calor y salud: orientaciones sobre el desarrollo de sistemas de aviso) es fomentar el desarrollo y la aplicación de esos sistemas de aviso de una forma más generalizada.
"La creciente preocupación por el cambio climático ha hecho saltar a la palestra tres aspectos importantes: la adaptación, la reducción de los riesgos de desastre y la necesidad de disponer de información y de servicios climáticos de apoyo", exponen Dilley y Neira en el prólogo de la publicación.