MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ducharse con agua tibia, mantener la casa a menos de 25 grados y usar ropa ligera y cómoda son algunos de los aportados por el director de la Unidad de Neurofisiología y Trastornos del Sueño de Vithas Internacional de Madrid, Rafael del Río, para conciliar el sueño durante las noches en las que la temperatura no baja de los 20 a 22 grados.
"La temperatura corporal es uno de los factores críticos que posibilitan la conciliación y estabilizan el sueño durante la noche y mantener una temperatura suficiente baja supone un auténtico reto para nuestro organismo. La temperatura corporal debe permanecer estable en unos márgenes que tienen la característica de tener que ser aproximadamente constantes, pero al mismo tiempo varían a lo largo del día", ha dicho el experto.
Y es que, cuando la temperatura exterior es muy alta, como ocurre durante una noche tropical, el cuerpo se ve obligado a poner todos los mecanismos en marcha para poder disipar el calor interno, si bien algunos de ellos dificultan el sueño.
"Es un problema que se convierte en un factor disruptor de nuestra salud en cuanto que es capaz de alterar la estructura del sueño y el horario de nuestros ritmos circadianos. Además, afecta en mayor medida a pacientes que ya presentan un trastorno del sueño previo y también a otros pacientes que presentan otras patologías", ha dicho.
Con el fin de ayudar a conciliar el sueño, el doctor ha aconsejado restringir el tiempo en cama, a ser posible no echar siestas y no permanecer despierto en la cama nunca demasiado tiempo, y crear un clima templado durante el día en la propia habitación para no tener que depender de la climatización durante la noche, ya que plantea también el problema del ruido, la sequedad o una caída excesiva de la temperatura, que también puede causar despertares.
"Conviene seguir la rutina habitual a la hora de ir a la cama, con unos horarios regulares para acostarse y levantarse, y mantener puntuales los factores de encarrilamiento, particularmente la exposición a la luz durante la mañana y no prolongar el día excesivamente mediante luz artificial, resulta esencial", ha dicho el experto.
Finalmente, ha insistido en la importancia de utilizar ropa ligera y cómoda, con tejidos que faciliten la transpiración, mantener un buen nivel de hidratación y cenar ligero, evitar el ejercicio físico justo antes de acostarse y darse una ducha tibia, ya que el agua fría sobrecalienta el cuerpo.