VALÈNCIA, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Picor, ojo rojo, fotofobia, ojos llorosos o sensación de tener un cuerpo extraño son alguna de las alteraciones oculares más frecuentes durante la primavera, según ha apuntado la doctora Teresa Sánchez-Minguet, responsable de la Unidad de Oftalmología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Aguas Vivas, quien ha subrayado que los ojos "son uno de los órganos que más sufre este cambio estacional".
Por esta razón, la especialista ha subrayado que es "clave" prevenir la salud ocular cuando aparecen síntomas como lagrimeo, picor y sensibilidad. "Es normal que los ojos emitan una respuesta ante esta situación de molestia estacional", ha indicado, y ha resaltado la importancia de visitar a un especialista para que determine un diagnóstico y el paciente reciba el tratamiento adecuado.
La conjuntivitis alérgica es una inflamación conjuntival aguda, intermitente o crónica, causada normalmente por alérgenos aéreos, como el polen o las esporas, que afecta a la totalidad de la superficie ocular. "Aunque existen casos más intensos que otros, es una de las afecciones oculares más frecuentes tanto de la población adulta como infantil. Por los ojos entran millones de elementos alérgicos provenientes de la contaminación y el ambiente", ha detallado.
Además del polen, otros factores que pueden afectar al ojo es la frecuente exposición al polvo y a los ácaros. En esta línea, ha señalado que es "imprescindible" una limpieza constante de los ojos para evitar la entrada de agentes nocivos y mantener hidratados los globos oculares. "Esto se puede hacer a través del uso de lavados en casa con agua tibia, enjuagarlos con solución salina estéril y utilizar lágrimas artificiales para evitar la sequedad", ha señalado.
Si el paciente tiene una alergia en pleno desarrollo, la especialista recomienda "evitar frotarse los ojos porque esto podría causar una irritación mayor". Normalmente, si un paciente tiene alergia, se recetan tratamientos antihistamínicos pero advierte que los orales "secan los ojos". Por ello, mientras el paciente padece de la alergia "lo más recomendable es que salga a la calle con gafas de sol y evite el contacto con alérgenos. De esta manera evitará que el polen y los irritantes perjudiquen su vista".
La enfermedad de ojo seco (EOS) es una enfermedad ocular que altera la película lagrimal. Sus síntomas abarcan desde dolor, ardor, enrojecimiento, ojos cansados, sensación de arenilla y visión borrosa, incluso puede afectar a la superficie de la córnea, por lo tanto, el ojo pierde sensibilidad y surgen problemas de visión.
BLEFARITIS
Según explica la profesional, "padecer de ojo seco aumenta las probabilidades de tener blefaritis, bien sea por el contacto directo de agentes contaminantes con los párpados o motivado a alergias estacionales severas. Esta patología ocular se manifiesta por la obstrucción de las glándulas de Meibomio en el borde del párpado donde nacen las pestañas. Durante la primavera se acumulan más microbios en los párpados ya que hay más agentes alérgenos e irritantes presentes en el medio ambiente".
Por otro lado, en primavera los rayos solares son más fuertes y estamos expuestos más tiempo al sol que en invierno. "Hay que tener en cuenta que es mayor la cantidad de radiación ultravioleta que reciben los ojos y que esta exposición aumenta el riesgo de cánceres oculares, cataratas, crecimientos anormales en el ojo y quemaduras solares en el ojo. Además, perjudica la piel fina de los párpados y causa molestias en la superficie de los ojos".