MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La responsable de la Unidad de Odontología para Pacientes de Alto Riesgo, de Ruber Internacional Centro Médico Habana, Milagros Díaz, ha destacado la importancia de identificar los signos de cáncer oral en fases iniciales, como úlceras y bultos, para mejorar el pronóstico de la enfermedad.
En el marco del Día Europeo contra el Cáncer Oral, que se celebra el 12 de junio, la especialista ha explicado que identificar lesiones en fases iniciales, como úlceras que duran más de 15 días, lesiones blancas o rojas que no desaparecen, bultos, dolor persistente, o cambios en la estructura bucal, puede marcar la diferencia entre una vida saludable y complicaciones graves.
El cáncer oral es una enfermedad maligna que puede desarrollarse en cualquier parte de la cavidad bucal, incluyendo la lengua, las encías, el paladar, la mucosa yugal y los labios. Es más frecuente en hombres que en mujeres y entre los principales factores de riesgo se encuentran el consumo de tabaco y alcohol, especialmente en conjunto. Sin embargo, también pueden influir otros elementos como una higiene bucal deficiente, la exposición solar en el labio y la infección por el virus del papiloma humano (VPH), particularmente el tipo 16, asociada a un aumento de casos, especialmente en personas más jóvenes.
Así, Díaz ha insistido en que la autoexploración bucal y las revisiones periódicas -al menos una vez al año, o cada seis meses en casos de riesgo- son fundamentales para detectar signos sospechosos a tiempo. Además, ha destacado el papel clave de los dentistas en la identificación precoz, ya que son los primeros en explorar la cavidad oral y pueden realizar biopsias para confirmar diagnósticos en etapas tempranas.
El tratamiento oncológico puede afectar la salud bucal, provocando sequedad, llagas, mucositis, infecciones, dificultades para hablar o tragar, pérdida de piezas dentales y alteraciones del gusto. Por esta razón, Díaz recomienda mantener una higiene bucal rigurosa: utilizar un cepillo de cerdas suaves y cepillarse con cuidado, evitar alimentos irritantes -especialmente aquellos con texturas ásperas, muy calientes o muy condimentados- y acudir al dentista cada cuatro meses para un seguimiento adecuado.
"Es importante mantener una hidratación de la cavidad oral empleando geles específicos y beber agua con frecuencia", destaca la especialista. Finalmente, insiste que la detección precoz salva vidas y permite a los pacientes someterse a tratamientos más conservadores y con menos complicaciones.
"Ante cualquier llaga que no cicatrice, mancha o bulto en la boca, se debe acudir a un especialista en medicina oral. La prevención y las revisiones periódicas son determinantes para reducir la mortalidad por cáncer oral", ha apuntado.
Por su parte, la especialista en Oncología Médica en el tratamiento de los tumores de Cabeza y Cuello del Hospital Ruber Internacional, María Cruz Martín, ha explicado que los cánceres de cabeza y cuello son tumores malignos localizados en el tracto aerodigestivo superior y representan el 5 por ciento de los tumores diagnosticados en la población adulta de España.
"Existen, en función del órgano del cual depende la lesión primaria, distintos cánceres: nasofaringe, orofaringe, hipofaringe, laringe, cavidad oral, fosas nasales, senos paranasales, cavum y glándulas salivares (mayores y menores)", matiza.
Además, ha destacado, que como en Europa, en España estos tumores suponen la sexta neoplasia en frecuencia, la quinta en varones. Según la especialista, cerca del 90 por ciento de los cánceres de cabeza y cuello tienen histología escamosa: carcinoma epidermoide. "Pese a ser una patología frecuente no se dispone, hoy en día, de programas de screening poblacional como si tenemos en otros tumores (cáncer de mama, cérvix o colon). Esto hace imprescindible la sospecha clínica y rápida derivación del paciente para aumentar el diagnóstico en estadios tempranos", sostiene la oncóloga.
En conclusión, ambas especialistas coinciden en que la importancia del diagnóstico precoz radica en que estos tumores tienen un mejor pronóstico cuando se detectan y tratan en etapas iniciales.