MADRID 9 May. (EUROPA PRESS) -
Ocho intervenciones de bajo coste y fácil aplicación para mujeres embarazadas de 81 países de ingresos bajos y medios (PRMB) podrían evitar que unos 566.000 niños nacieran muertos y que 5,2 millones de bebés al año nacieran prematuros o pequeños para su edad gestacional, cuyas repercusiones también afectarían a la salud y la producción económica a largo plazo, según una nueva serie de cuatro artículos publicada en 'The Lancet'.
Las ocho intervenciones serían suplementos de micronutrientes múltiples, suplementos energéticos de proteínas equilibradas, 'Aspirina', tratamiento de la sífilis, educación para dejar de fumar, prevención del paludismo durante el embarazo, tratamiento de la bacteriuria asintomática y administración de progesterona por vía vaginal.
Junto con dos intervenciones probadas que pueden reducir las complicaciones de los partos prematuros, como son los corticosteroides prenatales y el pinzamiento retardado del cordón umbilical, pueden evitar la muerte de 476.000 recién nacidos. La Serie estima que el coste de aplicar estas intervenciones ascenderá a 1.100 millones de dólares en 2030.
En el nuevo análisis, la serie de 'The Lancet' sobre recién nacidos pequeños y vulnerables calcula que, de los 135 millones de bebés nacidos vivos en 2020, uno de cada cuatro (35,3 millones) nació prematuro o pequeño para la edad gestacional, algunos con bajo peso al nacer. La Serie reúne a este grupo bajo un nuevo término: recién nacidos pequeños vulnerables (RNV). Estos bebés nacieron en todos los países, la mayoría en África subsahariana y Asia meridional.
Los autores destacan que, en todas las regiones, los avances en la reducción de los nacimientos prematuros y el bajo peso al nacer son planos y no se ajustan a los objetivos: el Objetivo Mundial de Nutrición exige una reducción del 30% de los bebés con bajo peso al nacer para 2030 con respecto a la base de referencia de 2012, pero la tasa de reducción anual estimada es de sólo el 0,59%.
En un llamamiento mundial a la acción, la Serie aboga por una mayor calidad de la atención a las mujeres durante el embarazo y el parto, y específicamente por la ampliación de las intervenciones durante el embarazo en 81 PIBM, que la Serie estima que podrían prevenir aproximadamente el 32% de los mortinatos, el 20% de las muertes de recién nacidos y el 18% de todos los nacimientos de RNV en esos países.
Dado que más del 80% de los nacimientos se producen en centros sanitarios, los autores subrayan que ya es posible mejorar la recopilación y el uso de los datos, garantizando que cada embarazo esté fechado con la edad gestacional exacta y que todos los recién nacidos --así como todos los mortinatos-- se pesen y clasifiquen por tipo de SVN.
Además de ayudar a garantizar una atención de buena calidad, la Serie afirma que una mejor recopilación de datos es esencial para informar de los avances e impulsar la rendición de cuentas. Contabilizar los mortinatos es importante para captar toda la carga, ya que los nuevos análisis de la Serie ponen de relieve que el 74% de los mortinatos nacieron prematuros en un subconjunto de países.
El profesor Per Ashorn, de la Universidad de Tampere (Finlandia) y autor principal de la serie, recuerda que, "a pesar de varios compromisos y objetivos mundiales encaminados a reducir los resultados de SVN desde 1990, uno de cada cuatro bebés en el mundo 'nace demasiado pequeño' o 'nace demasiado pronto'".
"Nuestra serie sugiere que ya disponemos de los conocimientos necesarios para invertir la tendencia actual y salvar la vida de 100.000 bebés al año con un coste de 1.100 millones de dólares (unos 980 millones de euros), una fracción de lo que reciben otros programas sanitarios. Necesitamos que los actores nacionales, con socios globales, prioricen urgentemente la acción, defiendan e inviertan", reclama.