Ocho de cada diez pacientes de C-LM que sufren reflujo gastroesofágico no están bien controlados, según un estudio

Actualizado: miércoles, 29 abril 2009 15:47

TOLEDO 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un total de ocho de cada diez pacientes castellano-manchegos con enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) y presencia de síntomas manifiestan estar "mal" o "muy mal" controlados, según un estudio denominado SYMPATHY I encargado por AstraZeneca en todas las comunidades autónomas del país. Se trata de la primera investigación a nivel nacional que ha medido la frecuencia, el tipo y la intensidad de los síntomas de la ERGE en pacientes que acuden a médicos de Atención Primaria.

La Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) no es muy conocida en España, sin embargo, sus síntomas son muy frecuentes entre la población. Tras la ingesta de una comida abundante o el consumo de ciertos alimentos, en ocasiones se experimenta una sensación de ardor o de quemazón que asciende desde el estómago a la boca, informa la compañía en nota de prensa.

Se trata de un proceso que, si ocurre muy a menudo o de forma agresiva, puede desencadenar en ERGE con complicaciones más severas. Cerca del 2% de los castellano-manchegos acuden a Atención Primaria por problemas de reflujo y entre el 5 y el 10% de la población tiene la enfermedad. En concreto, un 27,54% de los castellano-manchegos que la sufren ha perdido algún día laboral en los últimos meses a consecuencia de esta patología.

La investigación ha contado con la participación de 57 médicos de Atención Primaria en Castilla La Mancha y 274 pacientes, de los cuales 138 eran ya pacientes con diagnóstico previo de ERGE. Los resultados obtenidos muestran, entre otras conclusiones, que 8 de cada 10 pacientes castellano-manchegos con diagnóstico de ERGE y presencia de síntomas manifiestan estar "mal" o "muy mal" controlados. En concreto, el 55,07% de los enfermos aseguraba que estaba "mal controlado" y el 23,91% manifestaba que se encontraba "muy mal controlado".

CALIDAD DE VIDA

Como consecuencia de este mal abordaje de la enfermedad, la calidad de vida de los pacientes se veía seriamente perjudicada, de tal forma que, incluso, un 27,54% de los pacientes reconocía durante la investigación que en los seis meses anteriores había perdido alguna jornada laboral a causa de esta enfermedad.

"El problema es que, generalmente, los pacientes que padecen síntomas de ERGE esperan una media de dos años antes de consultar con el médico de Atención Primaria, hasta entonces están recurriendo a antiácidos de venta sin receta para aliviar de forma puntual sus síntomas", asegura David de Diego Sierra, médico de Atención Primaria y Coordinador del EAP Manzanares I, en Ciudad Real.

Es decir, "los pacientes sólo acuden a la consulta cuando los síntomas son muy molestos o muy frecuentes porque, en general, desconocen las posibles complicaciones en las que puede derivar esta enfermedad". Este especialista calcula que entre un 5 y un 10 por ciento de la población castellano-manchega sufre ERGE.

El tratamiento previo que recibían los pacientes con diagnóstico de ERGE se basaba principalmente en medidas dietéticas y de estilo de vida, en la utilización de inhibidores de la bomba de protones y en determinados antiácidos. Sin embargo, el 6,52% de los pacientes afectados manifestó durante el estudio que no seguía ningún tratamiento.

INFRAVALORACIÓN

Por otra parte, del estudio se extrae que los médicos de Atención Primaria en ocasiones subestiman o infravaloran la severidad de los síntomas que describen los pacientes. Se observa que hasta en el 50% de los casos la gravedad de los síntomas descrita por los pacientes no coincide con la manifestada por los médicos. "Es posible que exista cierto infradiagnóstico, ya que los médicos a veces consideramos que se trata de dispepsia y no valoramos adecuadamente la severidad de los síntomas de la ERGE", reconoce el doctor De Diego.

Para evitar problemas de infravaloración a la hora de diagnosticar a los pacientes, el doctor De Diego apuesta por la información y la divulgación. "Los médicos deberíamos informar y sensibilizar a la población sobre la existencia de la ERGE y de sus complicaciones a medio y largo plazo, para que de este modo consulten a su médico de familia y éste pueda realizar un diagnóstico lo más precoz posible: así lograremos disminuir los síntomas, mejorar la calidad de vida del paciente y evitar complicaciones", destaca.

Con el objetivo de prevenir la ERGE y disminuir la aparición de reflujos, el doctor De Diego recomienda mantener un peso normal y un estilo de vida saludable.