MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Dos nuevos artículos revelan sorprendentes disparidades raciales y étnicas en la incidencia y prevalencia del lupus, una enfermedad autoinmune sistémica que puede afectar prácticamente a cualquier sistema orgánico. Los informes, que se publican en 'Arthritis & Rheumatology', proporcionan la información más reciente de los registros de lupus en California y Nueva York, Estados Unidos.
En los informes 'Proyecto de Vigilancia del Lupus de California' y 'Programa de Vigilancia del Lupus de Manhattan', los autores calcularon la frecuencia del lupus en un total de 2,4 millones de residentes en San Francisco y Manhattan y encontraron una incidencia anual similar, ajustada por edad, de lupus de 4,6 por 100.000. La prevalencia ajustada por edad fue ligeramente mayor en California que en Manhattan (84,8 frente a 62,2 por 100.000).
Las mujeres experimentaron mayores tasas de lupus que los hombres y la prevalencia de lupus en los hispanos y asiáticos fue mayor que la observada en los blancos, pero no tan frecuente como en los negros. Las prevalencias estandarizadas por edad para las mujeres por 100.000 para los registros de California y Manhattan respectivamente fueron 458,1 y 210,9 para las mujeres negras, 177,9 y 138,3 para las mujeres hispanas; 149,7 y 91,2 para las mujeres asiáticas y 109,8 y 64,3 para las mujeres blancas.
"Hay una escasez de estudios basados en la población sobre la incidencia y la prevalencia de lupus entre los asiáticos y los hispanos en Estados Unidos -señala la investigadora principal del informe de California, María Dall'Era, de la Universidad de California, San Francisco, Estados Unidos--. Estos registros fueron capaces de abordar esta deficiencia y proporcionar estimaciones epidemiológicas contemporáneas".
HACIA UN DIAGNÓSTICO MÁS TEMPRANO Y MEJOR ATENCIÓN
Los resultados indican que los médicos deben estar alerta en la búsqueda de lupus en pacientes no sólo de raza negra, sino también en los asiáticos y los hispanos. "Los médicos deben considerar el diagnóstico, especialmente cuando los pacientes llegan con síntomas que pueden ser compatibles con el lupus, como la artritis, erupciones cutáneas y signos de enfermedad renal", afirma Peter Izmirly, autor principal del informe de Manhattan. "Esperemos que esto pueda conducir a un diagnóstico más temprano de la enfermedad y una mejor atención", añade.
Se necesitan estudios adicionales para determinar las contribuciones de los factores genéticos y biológicos, además de los factores sociales y ambientales que podrían desempeñar un papel en la variación racial y étnica en el riesgo de lupus. "Con esta información, vamos a entender mejor cómo diagnosticar y tratar el lupus en las poblaciones afectadas con el objetivo final de la prevención de enfermedades", concluye Dall'Era.