MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cuatro niños admitidos en unidades de cuidados intensivos pediátricos de todo el mundo desarrolla una lesión renal aguda (LRA), lo que aumenta el riesgo de muerte, así como hospitalizaciones más prolongadas y más intensas, según las conclusiones de un estudio publicado en la edición digital de 'The New England Journal of Medicine'.
Además, casi el 12 por ciento de los que desarrollan una LRA más grave tienen un mayor riesgo de muerte en 28 días, resalta el autor principal de la investigación, Stuart L. Goldstein, director del Centro de Nefrología de Atención Aguda en el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos.
"La aparición común y temprana de lesión renal aguda refuerza la necesidad de una vigilancia sistemática de la LRA en el momento en que los pacientes son admitidos a cuidados intensivos", dice Goldstein. "La LRA severa se asoció con una mayor necesidad de ventilación mecánica para ayudar a la respiración y con la terapia de reemplazo renal (diálisis aguda). Como los niños que sobreviven a la LRA están en riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, se justifica el seguimiento a largo plazo de estos supervivientes", plantea.
El doctor Goldstein y sus colegas recolectaron datos de 5.297 pacientes ingresados en 32 unidades de cuidados intensivos pediátricas en nueve países alrededor del mundo. Para determinar la LRA, los investigadores midieron los volúmenes de producción de orina y los niveles de creatinina en la sangre. La creatinina es una molécula de desecho químico transportada a través del torrente sanguíneo a los riñones, que filtran la mayoría de los desechos y lo depositan en la orina.
Los investigadores descubrieron que la LRA grave en función de la disminución de la producción de orina aumenta el riesgo de muerte en comparación con la LRA basada en los niveles de creatinina. La evaluación utilizando los niveles de creatinina sanguínea sola erró en la LRA en dos tercios de los pacientes con oliguria (un determinado volumen medido de disminución de la producción de orina) y la oliguria sola confería mayor riesgo de mortalidad, según Goldstein, quien considera que esto refuerza la importancia de utilizar ambas medidas para detectar la LRA, lo que, según él, no es común.
El estudio AWARE (Evaluación Mundial de la LRA, Angina Renal y Epidemiología en Niños) fue coordinado por el Centro de Nefrología de Atención Aguda del Hospital Infantil de Cincinnati. Trabajando en estrecha colaboración con otras divisiones dentro del Hospital Infantil de Cincinnati, el centro monitorea, detecta y trata la lesión renal antes de causar daño irreparable.
Los datos del estudio se presentan en la Semana del Riñón 2016 de la Sociedad Americana de Nefrología, que se celebra en Chicago. El trabajo fue apoyado, en parte, por la financiación de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Más adelante verán la luz un total de 14 manuscritos sobre el conjunto de datos AWARE, los cuales incluirán la evaluación de nuevos biomarcadores de la LRA y un sistema de puntuación de riesgo de la LRA temprana para mejorar la detección precoz y la predicción de la LRA severa.