MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sobrepeso y la obesidad están asociados con riesgos de enfermedad crónica a largo plazo para sobrevivientes de lesión cerebral traumática moderada a grave (TBI, por sus siglas en inglés), según un estudio publicado en la revista 'Journal of Head Trauma Rehabilitation'.
"Ser obeso o tener sobrepeso presenta un riesgo para la salud en los años posteriores a la rehabilitación de TBI", señala la principal autora de este estudio, Laura E. Dreer, de la Universidad de Alabama en Birmingham (Estados Unidos).
El estudio incluyó a 7.287 adultos con lesión cerebral traumática sometidos a rehabilitación aguda, que consiste en terapia intensiva proporcionada por un equipo de especialistas, y está diseñada para mejorar el funcionamiento físico y mental. Alrededor de tres cuartos de los pacientes eran hombres, y la edad promedio fue de 46 años.
La relación entre el peso corporal y los resultados funcionales y de salud se evaluó de uno a 25 años después de haber sufrido TBI. En el seguimiento, el 23 por ciento de los sobrevivientes de TBI se clasificaron como obesos, el 36 por ciento como sobrepeso, el 39 por ciento como peso normal y el tres por ciento como bajo peso.
El sobrepeso y la obesidad fueron menos probables para los pacientes menores de 30 años, así como para los mayores de 80 años. Si bien el porcentaje de pacientes con sobrepeso fue relativamente estable, la tasa de obesidad aumentó con el tiempo, especialmente cinco años o más después de una lesión cerebral traumática.
El sobrepeso u obesidad se asoció claramente con varias condiciones de salud crónicas, que incluyen presión arterial alta, insuficiencia cardiaca y diabetes. Asimismo, los pacientes con sobrepeso u obesidad también reportaron tener una salud en general más pobre. La frecuencia de las convulsiones, un problema común entre los sobrevivientes de TBI, también se relacionó con las diferencias en el peso corporal y el estado de salud.
La tasa general de sobrepeso/obesidad en los pacientes con TBI (59 por ciento) fue menor que la reportada en la población general de Estados Unidos, situada en más del 70 por ciento. "Esto puede atribuirse a varias razones que necesitan un examen más detallado, por ejemplo, una mayor tasa de complicaciones de salud, reingresos, efectos secundarios de los medicamentos o la muerte entre individuos que ya eran obesos en el momento del TBI y, por lo tanto, fueron excluidos del seguimiento hasta el estudio", puntualizan los investigadores.
"Estos hallazgos resaltan la importancia potencial de la vigilancia, la prevención y el tratamiento del peso y las condiciones de salud relacionadas durante los años posteriores a la lesión", concluye la doctora Dreer.