MADRID, 19 Jun. (EDIZIONES) -
La obesidad en los niños no sólo condiciona su presente, sino también su futuro y entre otros puntos perjudica gravemente el desarrollo de sus huesos, articulaciones y músculos, según alarma la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS, por sus siglas en inglés).
En España las cifras de obesidad infantil "son muy alarmantes" y representan "una verdadera epidemia", ya que los datos no dejan de crecer año tras año, según lamenta en una entrevista con Infosalus Teresa Cenarro Guerrero, pediatra de Atención Primaria de Zaragoza y vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Según defiende la también coordinadora del Grupo de Gastroenterología y Nutrición de la AEPap, el momento de adquirir los buenos hábitos en salud es durante la infancia. "La obesidad se produce por malos hábitos alimenticios que se van a prolongar a lo largo de toda la vida. Un niño obeso es muy probable que sea un adulto obeso en el futuro con todas las consecuencias de diabetes, hipertensión arterial, síndrome metabólico, hiperlipemia, problemas cardiovasculares y respiratorios. Todos ellos constituyen factores que van a mermar su calidad de vida y ocasionar también pérdida de años de vida", agrega.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) advierten de que los niños diagnosticados como obesos o con sobrepeso tienen más probabilidad de tener: Presión arterial alta y colesterol alto, y los dos son factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular; mayor riesgo de tolerancia alterada a la glucosa, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2; problemas de respiración, como apnea del sueño y asma; enfermedad de hígado, cálculos biliares y reflujo gastroesofágico; un mayor riesgo de problemas sociales y psicológicos; "demasiado peso también puede impactar seriamente el crecimiento y la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos".
En el caso concreto de los huesos y de las articulaciones, la miembro de AEPap mantiene que los huesos se desarrollan durante la niñez y el exceso de peso puede dañar la placa de crecimiento de los mismos. "Los huesos crecen en tamaño y fuerza durante la niñez. El exceso de peso puede dañar la placa de crecimiento, el área de cartílago que se desarrolla en el extremo de los huesos del brazo, pierna y otros huesos largos. Las placas de crecimiento regulan y ayudan a determinar la longitud y la forma de un hueso cuando se completó el crecimiento, o se llegó a la madurez", añade en este sentido la AAOS.
Demasiado peso, además, lamenta que impone una sobrecarga excesiva en la placa de crecimiento, lo que puede llevar a una artritis precoz, a un mayor riesgo de huesos fracturados, y a otras condiciones serias, como el deslizamiento de la epífisis capital femoral y la enfermedad de Blount.
"La obesidad y el sobrepeso ocasionan una sobrecarga excesiva en la placa de crecimiento, lo que puede llevar a una artritis precoz y un aumento en el riesgo de fracturas y desarrollo de algunas enfermedades", menciona por su parte la doctora Cenarro Guerrero.
A su vez, la vicepresidenta de la AEPap sostiene que esa alteración de la placa de crecimiento y el exceso de carga sobre las articulaciones podrían ocasionar que se produjeran fracturas con mayor facilidad en los niños obesos.
En concreto, esta pediatra menciona que hay dos enfermedades que estarían estrechamente relacionadas con la obesidad infantil, se trataría por un lado de la 'epifiolisis de cadera' o deslizamiento de la epífisis capital femoral, un trastorno ortopédico en la cadera de adolescentes muy relacionada con el sobrepeso, así como la enfermedad de Blount, antes mencionada por la AAOS, que se produce en niños pequeños y adolescentes y cuya causa parece ser debida a los efectos del peso sobre la placa de crecimiento. En estos casos, la parte interior de la tibia no logra desarrollarse normalmente produciéndose un arqueamiento excesivo de las extremidades inferiores que no se corrige con el desarrollo.
A todo esto, a juicio de la coordinadora del Grupo de Gastroenterología y Nutrición de la AEPap habría que añadirle que estos niños debido al sobrepeso tienen dificultad en la movilidad y rechazan por tanto la práctica de ejercicio físico, entrando así en un círculo de no realización de ejercicio, lo que conllevaría a una mayor obesidad y al no desarrollo del hábito de la actividad física.
A su vez, los niños diagnosticados con obesidad a menudo tienen dificultades con la coordinación, lo que se denomina 'trastorno del desarrollo de la coordinación' (DCD), según añade la AAOS, un trastorno caracterizado por torpeza y problemas en la coordinación motora gruesa, es decir, a la hora de saltar, o andar a la pata coja; o bien por problemas en la coordinación motora visual o fina, como escribir, usar tijeras, o atarse por ejemplo los cordones de los zapatos.
Finalmente, precisa que los niños con sobrepeso o obesidad tienen un índice más alto de complicaciones con la anestesia que los niños con peso normal, y también tienden a tener los pies planos dolorosos, según agrega, ya que se cansan fácilmente y esto les impide caminar distancias largas.