MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (Estados Unidos) han descubierto por qué la obesidad causa hipertensión arterial y han identificado posibles formas de tratar esa forma de hipertensión.
En su trabajo, publicado en la revista 'Circulation', estos investigadores ya han confirmado su descubrimiento en muestras de tejido humano y lo han utilizado para revertir la presión arterial alta en ratones de laboratorio.
"Nuestro estudio identifica los mecanismos celulares que aumentan la presión sanguínea en la obesidad, y muestra que estos mecanismos pueden ser dirigidos para bajar la presión sanguínea. Si somos capaces de diseñar los compuestos apropiados, podríamos ser capaces de tratar la hipertensión en pacientes obesos", explica el investigador principal del trabajo, Swapnil K. Sonkusare.
La obesidad es un problema creciente en todo el mundo. El número de personas consideradas obesas casi se ha triplicado desde 1975, y con la obesidad viene un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares, entre otros problemas de salud.
Las pequeñas arterias del cuerpo controlan la presión sanguínea. Los científicos han sospechado que la hipertensión en la obesidad está relacionada con problemas en las células endoteliales que recubren estas pequeñas arterias. Las razones de esto, sin embargo, no han sido claras hasta ahora.
Sonkusare y sus colegas encontraron que una proteína en las membranas que rodean las células endoteliales permite que el calcio entre en las células y mantenga una presión sanguínea normal. Resulta que la obesidad afecta a esta proteína, llamada TRPV4, dentro de diminutas subsecciones de la membrana celular. Sonkusare llama a estas subsecciones defectuosas "microdominios patológicos".
"En condiciones saludables, la TRPV4 en estos diminutos microdominios ayuda a mantener una presión sanguínea normal. Nosotros, por primera vez, mostramos la secuencia de eventos que conducen a un microambiente dañino para la entrada de calcio a través del TRPV4. Creo que el concepto de microdominios patológicos va a ser muy importante no sólo para los estudios relacionados con la obesidad, sino también para los estudios de otros trastornos cardiovasculares", apunta.
UN PROBLEMA LOCAL
Los investigadores descubrieron que la obesidad aumenta los niveles de enzimas productoras de peroxinitrito en los microdominios que contienen TRPV4. La peroxinitrita silencia el TRPV4 y disminuye la entrada de calcio en las células. Sin la cantidad adecuada de calcio, la presión arterial aumenta.
Sonkusare cree que dirigirse a la peroxinitrita o a las enzimas que la fabrican podría ser una forma efectiva de tratar y prevenir la hipertensión en la obesidad, sin los efectos secundarios que se producirían al intentar dirigirse al propio TRPV4.
El descubrimiento de estos científicos también podría explicar por qué los intentos de utilizar antioxidantes para reducir la presión arterial alta no han sido muy eficaces en los ensayos clínicos. Esto podría deberse a la falta de especificidad de estos antioxidantes. "Nosotros, por primera vez, identificamos el peroxinitrito como la molécula oxidante precisa que aumenta la presión arterial en la obesidad. El siguiente paso sería diseñar fármacos que se dirijan específicamente al peroxinitrito y que proporcionen un beneficio terapéutico", destaca el investigador.