MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El aumento de la actividad en una vía biológica específica puede explicar por qué muchos pacientes con una forma mortal de cáncer de piel no responden a los últimos tratamientos contra el cáncer, según muestra un nuevo estudio de NYU Langone Health (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista 'Cancer Research', presentó datos generados a partir de experimentos con tejidos y células humanas de pacientes con melanoma avanzado, implantados en ratones. Los resultados revelaron dianas terapéuticas que podrían limitar el crecimiento del melanoma en pacientes cuyo cáncer no respondió al tratamiento inicial con inhibidores de puntos de control inmunitario.
Dirigido por investigadores de NYU Langone Health y su Centro Oncológico Perlmutter, el estudio se centró en un subgrupo de pacientes con melanoma con mutaciones en el gen de la neurofibromina 1 (NF1). Las mutaciones de NF1 (cambios aleatorios en las letras moleculares que componen el código de ADN de este gen) son solo un tipo entre varias mutaciones, incluidas las de los genes BRAF, NRAS y PARP, que se asocian a muchos casos de cáncer, en particular el melanoma. Se estima que hasta el 27% de los pacientes con melanoma presentan mutaciones de NF1.
Si bien la inmunoterapia, que estimula el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas como lo haría con un virus invasor, ha demostrado ser un tratamiento exitoso, no funciona bien para más de la mitad de los pacientes con melanoma con mutación NF1.
"Existe una necesidad apremiante de nuevas terapias farmacológicas para pacientes con melanoma con mutaciones de neurofibromina 1 que no responden a la inmunoterapia más reciente y para quienes no existen opciones de tratamiento efectivas posteriores", expone el investigador principal del estudio, el doctor Milad Ibrahim, investigador postdoctoral en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
Para investigar la resistencia al tratamiento de estos pacientes, los investigadores examinaron células tumorales de 30 pacientes con melanoma que no respondieron a la inmunoterapia. Se encontraron mutaciones del gen NF1 en el 40 % de estas muestras de melanoma. Las muestras provenían del extenso repositorio de más de 6.000 pacientes con melanoma de NYU Langone.
Las pruebas moleculares demostraron que la vía de señalización que rodea a una proteína llamada receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) era más activa en las células de melanoma con la mutación NF1 que en las células con otras mutaciones en el gen del melanoma. El aumento de la actividad del EGFR se ha vinculado desde hace tiempo con el crecimiento celular anormal en tumores y una menor supervivencia en diversos tipos de cáncer. Los investigadores también descubrieron que las células de melanoma con la mutación NF1 dependían del aumento de la actividad del EGFR para sobrevivir, independientemente de la presencia de otras mutaciones.
Dado que los fármacos inhibidores del EGFR ya se utilizan para tratar algunos cánceres de cabeza y cuello, así como cánceres colorrectales y de pulmón, los investigadores probaron dos fármacos de esta clase, cetuximab y afatinib, tanto en cultivos celulares con mutaciones de NF1 como en líneas celulares cancerosas sin mutaciones de NF1. Tras trasplantar ambos tipos de células tumorales a ratones y tratarlos con estos fármacos, los resultados mostraron que ambos inhibidores del EGFR fueron eficaces contra células y tumores trasplantados con mutaciones de NF1, y no tuvieron efecto en melanomas sin mutaciones de NF1.
"Los resultados de nuestro estudio revelan una vulnerabilidad única en pacientes con melanoma con mutaciones en la neurofibromina 1: la sobreexpresión de la vía del receptor del factor de crecimiento epidérmico es esencial para su supervivencia y crecimiento", desarrolla el doctor Iman Osman, investigador principal del estudio. Osman es profesor de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU) y miembro del Centro Oncológico Perlmutter. Osman también es director del programa interdisciplinario de melanoma y decano asociado de estrategia de investigación clínica en el NYU Langone.
Pese a los resultados, se requieren más pruebas en un ensayo clínico, que el equipo de investigación planea desarrollar. No obstante, si los resultados del ensayo resultan satisfactorios, la investigación del equipo podría ser un salvavidas para muchos de estos pacientes con melanoma.