MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El número de niños y adolescentes de cinco a 19 años con obesidad se ha multiplicado por diez en las últimas cuatro décadas, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por el Imperial College de Londres (Reino Unido) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en la revista 'The Lancet' con motivo del Día Mundial de la Obesidad.
Además, el trabajo alerta de que si esta tendencia continúa, en el año 2022 habrá más niños y adolescentes con obesidad que con un peso moderado o "severamente bajo". A esta conclusión se ha llegado tras analizar a 130 millones de chicos y chicas, de los que 31,1 millones tenían entre 5 y 19 años y 97,4 más de 20 años, entre los años 1975 y 2016.
De esta forma, los investigadores observaron que las tasas de obesidad aumentaron del 1 por ciento en 1975 a casi el 6 por ciento entre las chicas y hasta el 8 por ciento en los niños en el año 2016, incrementándose de 11 millones a 124 millones el número de personas con obesidad con edades comprendidas entre los 5 y los 19 años.
"En las últimas cuatro décadas, las tasas de obesidad en niños y adolescentes se han disparado a nivel mundial y siguen incrementándose en los países de bajos y medios ingresos. No obstante, recientemente estas tasas se han estabilizado en las regiones con mayores ingresos, si bien los niveles de obesidad siguen siendo inaceptablemente altos", ha comentado el autor principal del estudio y profesor del Imperial College, Majid Ezzati.
Estos incrementos el experto los ha achacado al impacto que está teniendo el incremento de los precios de los alimentos más sanos en las familias y sociedades más pobres. "Necesitamos implantar medidas para que los productos más sanos y nutritivos estén disponibles en las casas y en las escuelas, especialmente en las zonas más pobres con el fin de proteger a los niños y adolescentes", ha apostillado.
De hecho, se ha observado que en los países de ingresos medios, incluidos los de Asia Oriental, América Latina y el Caribe, se ha producido un incremento acelerado del sobrepeso como consecuencia del consumo de productos altamente procesados.
CRISIS MUNDIAL DE SALUD
"Estos datos ponen de manifiesto, recuerdan y refuerzan la idea de que el sobrepeso y la obesidad es una crisis mundial de salud y que seguirá empeorando a menos que comencemos a implantar medidas drásticas", ha recalcado la coordinadora del programa de vigilancia y prevención poblacional de las enfermedades no transmisibles (MNT) en la OMS, Fiona Bull.
Ante todo esto, la OMS está realizando una revisión del Plan de Implementación de la Obesidad de la Infancia Final (ECHO, por sus siglas en inglés), en el que muestra a los países medidas "eficaces" para frenar la obesidad infantil y adolescente. Además, también ha publicado unas directrices en las que pide a los profesionales sanitarios que identifiquen y gestionen a los niños y jóvenes con sobrepeso u obesidad.
"La OMS anima a los países a implementar esfuerzos para abordar los escenarios que actualmente propician las posibilidades de que nuestros hijos padezcan obesidad. Los países deben aspirar a reducir el consumo de alimentos altamente procesados, grasos y pobres en nutrientes, así como disminuir el tiempo de sedentarismo en el que los niños, promoviendo así su participación en actividades físicas", ha zanjado el doctor Bull.