MADRID 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha señalado que, pese a la llegada de los nuevos fármacos para controlar la obesidad, liderada por los análogos del GLP-1, siguen siendo necesarios cambios en los hábitos de vida para hacer frente a la enfermedad, tales como una alimentación saludable y la instauración de una rutina de ejercicio físico.
"El ejercicio físico es una herramienta fundamental en el tratamiento de la obesidad, y es importante prescribirlo correctamente desde Atención Primaria a endocrinólogos o profesionales del entrenamiento que se dediquen a ello", indica César Bustos, vocal de SEEDO.
Por ese motivo, desde esta sociedad científica se considera fundamental acreditar la formación, capacidades y los recursos humanos y materiales necesarios para poder usar el ejercicio como una medicina más, dentro del tratamiento contra la obesidad.
Además, desde esta institución se promueve y avala la creación de unidades especializadas de ejercicio físico en obesidad que ofrezcan un valor diferenciador al paciente y a la unidad que ofrece el servicio.
ACTIVIDAD FÍSICA, LA PIEDRA ANGULAR FRENTE A LA OBESIDAD
"La actividad física y el ejercicio supervisado por un especialista ha demostrado ser una herramienta eficaz contra la reganancia de peso, el mantenimiento y mejora de la salud y una ayuda inestimable para mejorar la respuesta de los tratamientos farmacológicos actuales (arGLP-1)", asegura el doctor Albert Lecube, vicepresidente de la SEEDO y jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Arnau de Vilanova (Lleida).
Además, se ha comprobado que la adición de ejercicio supervisado a la farmacoterapia contra la obesidad mejora el peso saludable después de la conclusión del tratamiento en comparación con la finalización del tratamiento con farmacoterapia para la obesidad sola.
ACERCAR EL EJERCICIO A LOS HOSPITALES
Por todo ello, la SEEDO está llevando el ejercicio a diferentes hospitales de España por medio del programa formativo 'Ejercicio físico como herramienta clave para las personas que viven con obesidad'.
"El principal propósito de este proyecto es proporcionar educación y promover la práctica segura de actividad física y ejercicio dentro del ámbito hospitalario a pacientes que viven con obesidad", resume María del Mar Malagón, presidenta de SEEDO. Esta iniciativa, que ha involucrado en 2023 a 11 hospitales y más de 700 participantes, ha sido reconocida ahora con sendos premios.
En concreto, ha obtenido el 2º Accésit del Premio Estrategia NAOS en el ámbito sanitario o sociosanitario, y ha sido finalista al mejor proyecto o trabajo en la enseñanza de posgrado y/o formación de especialistas de los premios de convocados por la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM.
Como subraya César Bustos, que es CEO de la empresa No hay excusas, "entre otros muchos beneficios, el ejercicio físico mejora la sensibilidad a la insulina, el metabolismo de la glucosa, la salud cardiovascular, la capacidad pulmonar y la salud mental de las personas con obesidad"; además, según añade este experto, "permite aumentar el gasto energético y mejora la composición corporal".
Estos beneficios demostrados contrastan con el aumento de la obesidad y del sendentarismo. En España, más del 50 por ciento de la población adulta padece sobrepeso, reduciendo la esperanza de vida y generando un coste significativo para el sistema de salud y la productividad laboral.