Los nuevos avances quirúrgicos ayudan a "desmitificar" la reconstrucción de mama tras un cáncer

Actualizado: lunes, 17 octubre 2011 21:20

MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) asegura que la cirugía reconstructiva de la mama es una de las áreas que más está innovando en los últimos años, permitiendo "desmitificar" este tipo de cirugía hasta proporcionar a la mayoría de pacientes una reconstrucción mamaria "natural y definitiva" tras un cáncer.

Así lo ha asegurado el presidente de esta entidad, Jaume Masià, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama que se celebra el próximo día 19, resaltando que "con estos significativos progresos se podrá mejorar la calidad de vida" de estas mujeres.

"Ahora sí disponemos de las herramientas y la experiencia necesarias para poder realizar una recuperación integral y, gracias al procedimiento TBAR (Total Breast Anatomy Restoration), la reconstrucción de la mama se complementa con el tratamiento quirúrgico del linfedema", explica este experto.

En concreto, esta técnica consiste en la restitución total de las alteraciones anatómicas que se producen con la cirugía oncológica del cáncer de mama, consiguiendo una corrección, tanto morfológica como funcional, de las secuelas que genera la cirugía ablativa.

En este sentido, explica Masià, cuando se plantea una mastectomía con vaciamiento axilar o con ganglio centinela, "el objetivo se centra en reemplazar la mama amputada por el tejido del propio cuerpo más parecido al seno perdido", al tiempo que se reemplazan los ganglios resecados con el vaciamiento o con la biopsia del ganglio centinela.

La restitución funcional ganglionar se realiza mediante la transferencia vascularizada de ganglios del sistema epigástrico superficial hasta la axila. "Estos ganglios se extraen de manera selectiva, sin poner en riesgo el drenaje linfático de las piernas, y disecando los canales linfáticos aferentes", explica Masià.

De la misma forma, antes de realizar el abordaje axilar, se realiza un mapeo linfático del brazo mediante el escáner PDE (el primer escáner de canales linfáticos) para tener localizados los canales linfáticos aferentes braquiales, los cuales se unirán mediante una anastomosis linfático-linfática a los ganglios transferidos", explica el Dr. Masià sobre esta técnica.

Todo este abordaje representa un paso "muy significativo" en la minimización de las secuelas que provoca el tratamiento del cáncer de mama.

"La reposición de la mama tras la mastectomía y la práctica eliminación del riesgo de padecer un linfedema modifican, incluso, el panorama terapéutico del cáncer de mama, al poder realizar cirugías oncológicas más seguras para las pacientes, garantizando una excelente calidad de vida después del tratamiento", concluye el experto.