Un nuevo tratamiento puede reducir el tamaño de un aneurisma aórtico abdominal y el COVID, aumentarlo

Archivo - Coágulo de sangre hecho de glóbulos rojos, plaquetas y hebras de proteína de fibrina
Archivo - Coágulo de sangre hecho de glóbulos rojos, plaquetas y hebras de proteína de fibrina - DR_MICROBE/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 11 mayo 2023 7:54

MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -

La administración intravenosa de células inmunomoduladoras podría algún día frenar la expansión de los aneurismas aórticos abdominales, mientras una infección por COVID-19 puede favorecer el agrandamiento de estas peligrosas protuberancias.

Son las conclusiones de dos estudios preliminares presentados en las Sesiones Científicas Vascular Discovery: From Genes to Medicine Scientific Sessions 2023 de la Asociación Americana del Corazón.

La aorta es la arteria más grande del cuerpo, y la aorta abdominal mide unos 2 cm de ancho, aproximadamente la anchura de una manguera de jardín. La aorta abdominal sale del corazón y transporta sangre rica en oxígeno a la parte inferior del cuerpo. Un aneurisma de aorta abdominal se produce cuando la aorta se debilita y se abomba y, cuando la protuberancia supera con creces su tamaño normal, es extremadamente peligrosa y potencialmente mortal.

Según las estadísticas de la Asociación Americana del Corazón para 2023, las 150.000 muertes mundiales atribuibles a aneurismas aórticos en 2020 representaban un aumento del 26% respecto a 2010, que era ligeramente superior en las mujeres en comparación con los hombres. Las tasas de rotura también fueron mayores entre los fumadores y las mujeres.

"Cualquiera que haya inflado en exceso un globo alguna vez sabe que demasiada presión puede provocar una rotura. En la aorta, esto crea una verdadera emergencia médica, porque aproximadamente el 70% de las personas morirán antes de llegar al hospital, y el 50% de los que lleguen al hospital morirán por pérdida de sangre antes de que sea posible cualquier intervención", añade Humraaz S. Samra, autor principal del estudio y residente en cirugía vascular integrada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos).

Según los investigadores, tras el diagnóstico de un aneurisma de aorta abdominal, y en función de su tamaño, puede recomendarse una reparación quirúrgica inmediata, o bien realizar un seguimiento del aneurisma a lo largo del tiempo e intervenir antes de que alcance un tamaño propenso a la rotura.

Cuando los aneurismas son pequeños, no se ha demostrado que ningún medicamento impida que aumenten de tamaño; sin embargo, se aconseja a estos pacientes que dejen de fumar y tomen medicamentos para controlar la hipertensión si la padecen, explicó Samra.

Cada vez se cree más que la inflamación desempeña un papel importante en el desarrollo y crecimiento precoz de los aneurismas de aorta abdominal. Cuando se produce un fallo en la estructura de sostén de los vasos sanguíneos (que, según las pruebas, puede deberse al tabaquismo), las proteínas se descomponen y sus restos se liberan en el torrente sanguíneo. El organismo reconoce estas partículas como objetos extraños y activa el sistema inmunitario para protegerse, lo que favorece la inflamación de la zona.

En este estudio, Samra y sus colegas investigaron si unas células inmunomoduladoras, denominadas células estromales mesenquimales, un tipo de células madre, procedentes de un donante sano y administradas a un paciente con un pequeño aneurisma aórtico abdominal podrían crear un entorno menos inflamatorio y ralentizar el crecimiento del aneurisma.

"Creemos que un defecto en la expresión de una célula inmunitaria antiinflamatoria llamada interleucina (IL)-10 es un acontecimiento clave en la formación de aneurismas aórticos abdominales --prosigue Samra--. Hemos confirmado en estudios de laboratorio que las células estromales mesenquimales tienen el potencial de convertirse en células profundamente antiinflamatorias y secretar cantidades copiosas de IL-10 cuando se encuentran en las circunstancias experimentales adecuadas".