MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo descubrimiento científico en la Universidad de Missouri podría conducir a la identificación de un biomarcador para la detección temprana y el tratamiento de glaucoma, una de las principales causas de ceguera irreversible en adultos mayores.
Los tratamientos actuales se centran en reducir la presión intraocular, pero ninguno ha logrado proteger eficazmente las células ganglionares de la retina (CGR) del daño causado por el glaucoma.
Ahora, en el estudio liderado por el profesor adjunto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri, Pawan Singh, ha descubierto que los pacientes con glaucoma presentan una menor concentración de dos moléculas diminutas (agmatina y tiamina) en el líquido transparente de la parte frontal del ojo, en comparación con quienes no padecen glaucoma, que podrían ser biomarcadores potenciales para detectar la enfermedad de forma temprana.
"En muchos casos, las personas no descubren que tienen glaucoma hasta que son mayores y su presión ocular es elevada", señala Singh. En este sentido, su objetivo "a largo plazo" es ver si algún día los médicos podrían realizar un simple análisis de sangre para detectar estos biomarcadores. Si lo logran, esperan poder detectar la enfermedad "mucho antes", antes de que se produzca la pérdida de visión, y así los pacientes puedan recibir un tratamiento más temprano.
Asimismo, la agmatina y la tiamina también podrían ser útiles en el propio tratamiento del glaucoma. Singh descubrió que tienen potencial neuroprotector y pueden ayudar a proteger las CGR del daño y la pérdida de la función visual. Esto significa que estas moléculas podrían ayudar a detener o ralentizar la progresión de la pérdida de visión, lo que las convierte en posibles candidatas para futuros tratamientos neuroprotectores del glaucoma en forma de gotas oftálmicas o suplementos.