MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio advierte de que hay que hacer pausas cuando se ve la televisión para evitar la formación de coágulos al comprobar que estar ante el televisor durante cuatro horas o más al día se asocia con un riesgo un 35% mayor de sufrir coágulos sanguíneos en comparación con estar menos de 2,5 horas, según publican en el 'European Journal of Preventive Cardiology', una revista de la Sociedad Europea de Cardiología.
"Los resultados de nuestro estudio también sugieren que ser físicamente activo no elimina el mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos asociado a ver la televisión de forma prolongada --afirma el autor principal, el doctor Setor Kunutsor, de la Universidad de Bristol (Reino Unido)--. Si se va a dar un atracón de televisión, hay que hacer descansos. Puedes ponerte de pie y estirarte cada 30 minutos o utilizar una bicicleta estática y e evitar combinar la televisión con un tentempié poco saludable".
El estudio examinó la relación entre ver la televisión y el tromboembolismo venoso (TEV). La TEV incluye la embolia pulmonar (coágulo de sangre en los pulmones) y la trombosis venosa profunda (coágulo de sangre en una vena profunda, normalmente las piernas, que puede desplazarse a los pulmones y causar una embolia pulmonar).
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores realizaron una revisión sistemática para recopilar las pruebas publicadas disponibles sobre el tema y luego combinaron los resultados mediante un proceso denominado metaanálisis. "La combinación de múltiples estudios en un meta-análisis proporciona una muestra mayor y hace que los resultados sean más precisos y fiables que los de un estudio individual", explica Kunutsor.
El análisis incluyó tres estudios con un total de 131.421 participantes de 40 años o más sin ETV preexistente. La cantidad de tiempo dedicado a ver la televisión se evaluó mediante un cuestionario y los participantes se clasificaron como espectadores prolongados (que veían la televisión al menos cuatro horas al día) y nunca/casi nunca (que veían la televisión menos de 2,5 horas al día).
La duración media del seguimiento en los tres estudios osciló entre 5,1 y 19,8 años. Durante este periodo, 964 participantes desarrollaron ETV. Los investigadores analizaron el riesgo relativo de desarrollar una ETV en los espectadores prolongados frente a los que nunca o rara vez veían la televisión. Descubrieron que los espectadores prolongados tenían 1,35 veces más probabilidades de desarrollar una ETV en comparación con los que nunca/ rara vez veían la televisión.
La asociación fue independiente de la edad, el sexo, el índice de masa corporal (IMC) y la actividad física. "Los tres estudios ajustaron estos factores, ya que están fuertemente relacionados con el riesgo de TEV; por ejemplo, la edad avanzada, el mayor IMC y la inactividad física están relacionados con un mayor riesgo de TEV --añade Kunutsor--. Los resultados indican que, independientemente de la actividad física, el IMC, la edad y el sexo, ver muchas horas de televisión es una actividad de riesgo en lo que respecta al desarrollo de coágulos sanguíneos".
Señala que los resultados se basan en estudios de observación y no demuestran que ver la televisión durante mucho tiempo provoque la formación de coágulos.
En cuanto a las posibles razones de la relación observada, apunta que "ver la televisión de forma prolongada implica la inmovilización, que es un factor de riesgo de TEV. Por eso se anima a la gente a moverse después de una operación o durante un vuelo de larga distancia".
"Además, cuando uno se sienta en una posición estrecha durante mucho tiempo, la sangre se acumula en las extremidades en lugar de circular, lo que puede provocar coágulos --prosigue--. Por último, las personas que se dan un atracón de comida tienden a consumir tentempiés poco saludables, lo que puede conducir a la obesidad y a la hipertensión, que aumentan la probabilidad de que se formen coágulos".
El doctor Kunutsor concluye que los resultados "sugieren que deberíamos limitar el tiempo que pasamos frente al televisor. Los periodos largos de ver la televisión deben intercalarse con movimiento para mantener la circulación. En general, si usted pasa mucho tiempo sentado en su vida diaria -por ejemplo, su trabajo implica estar sentado durante horas frente al ordenador-, asegúrese de levantarse y moverse de vez en cuando", recomienda.