MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo microdispositivo de nanotubos de carbono puede capturar y aumentar la disponibilidad de los virus, permitiendo su detección temprana, informan los investigadores. La tecnología podría ser útil para prevenir la propagación de los virus emergentes y tiene potencial para capturar y enriquecer agentes patógenos virales y el bioterrorismo en tiempo real, según los autores.
A menudo, las enfermedades infecciosas virales entran en erupción de forma impredecible y se propagan rápidamente. Casi todos los brotes virales letales en las últimas dos décadas fueron causados por virus de reciente aparición, sin embargo, sigue habiendo un gran número de virus de mamíferos y humanos desconocidos, entre los que podrían estar peligrosos patógenos virales.
Aunque se han utilizado los métodos establecidos, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la secuenciación de próxima generación, para detectar los virus, las muestras de campo con recuentos bajos de virus plantean importantes desafíos para la capacidad de los científicos de aumentar rápidamente la cantidad de virus disponibles para su detección precisa.
En este trabajo, Mauricio Terrones, de la Universidad Estatal de Pennsylvania, en Estados Unidos, y sus colegas diseñaron un microdispositivo basado en matrices alineadas verticalmente con nanotubos de carbono cargados con nitrógeno que es capaz de capturar y enriquecer los virus recogidos de las muestras de campo de manera eficiente. Una característica única del dispositivo es que captura las partículas virales en base a parámetros físicos como el tamaño (frente a los métodos inmunohistoquímicos actuales).
Por otra parte, no requiere ninguna sonda de anticuerpo o pre-diseñada para reconocer los virus específicos, como se detalla en un artículo publicado en 'Science Advances'. Mediante el uso del dispositivo, los autores enriquecieron con éxito e identificaron una cepa emergente de gripe aviar (AIV, por sus siglas en inglés) y un nuevo virus de la bursitis infecciosa del pollo (IBDV, por sus siglas en inglés).
En el futuro, los autores creen que los nanotubos de carbono utilizados en el dispositivo se podrían sincronizar químicamente con biomoléculas u otros grupos químicos para mejorar la selectividad, o podrían integrarse con un sistema de detección para cuantificar el virus en tiempo real en un chip.