MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un receptor activado por sustancias formadas a partir de ácidos grasos omega-3 desempeña un papel fundamental en la prevención de la inflamación de los vasos sanguíneos y la reducción de la aterosclerosis, según un nuevo estudio del Karolinska Institutet de Suecia publicado en la revista 'The Journal of Clinical Investigation'.
Este descubrimiento puede allanar el camino hacia nuevas estrategias de tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares mediante el uso de ácidos grasos omega-3.
Las enfermedades cardiovasculares son la causa más común de muerte en el mundo y un grave problema de salud pública. La aterosclerosis está asociada a la inflamación crónica de los vasos sanguíneos.
La inflamación a se controla normalmente mediante unas señales de parada llamadas resolvinas, que desactivan la inflamación y estimulan la curación y reparación de los tejidos mediante un proceso llamado resolución de la inflamación. Las resolvinas se forman a partir de ácidos grasos omega-3 y se unen y activan un receptor llamado GPR32.
"Hemos descubierto que este receptor está desregulado en la aterosclerosis, lo que indica una alteración de los procesos naturales de curación del organismo. Este descubrimiento puede abrir el camino a estrategias completamente nuevas para tratar y prevenir la aterosclerosis, deteniendo la inflamación en los vasos sanguíneos y activando al mismo tiempo los procesos de curación del organismo con la ayuda de los ácidos grasos omega-3, por ejemplo", afirma la primera autora del estudio, Hildur Arnardottir.
Esta nueva investigación demuestra que la señalización a través del receptor detiene activamente la inflamación en los vasos sanguíneos ateroscleróticos y estimula la curación. Los investigadores han estudiado la placa aterosclerótica y han creado un nuevo modelo experimental con un receptor GPR32 sobreexpresado. El receptor GPR32 contrarrestó la aterosclerosis y la inflamación en los vasos sanguíneos, y las resolvinas que activan el GPR32 potenciaron el efecto.
"Ahora estudiaremos los mecanismos que subyacen a la gestión fallida de la inflamación en los vasos sanguíneos y cómo las señales de parada mediadas por los omega-3 pueden utilizarse para tratar la aterosclerosis", remacha el último autor del estudio, Magnus Bck.