MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universitat de Barcelona demuestra que los cuerpos amiláceos o wasteosomes --estructuras que actúan como contenedores de productos de desecho cerebrales-- indican un mal funcionamiento del sistema glinfático, un sistema descubierto recientemente y que es un importante mecanismo de limpieza del cerebro.
El trabajo, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), lo ha realizado un equipo de investigación de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB, el Instituto de Neurociencias de la UB (UBNeuro) y el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).
Lo han dirigido los profesores Carme Pelegrí y Jordi Vilaplana, y han participado Marta Riba y Jaume del Valle, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación, UBNeuro y CIBERNED, y Laura Molina-Porcel, del Banco de Tejidos Neurológicos del Biobanco del Hospital Clínic de Barcelona y el IDIBAPS.
Los wasteosomes o cuerpos amiláceos del cerebro humano los describió por primera vez en 1837 el prestigioso anatomista y fisiólogo Jan Evangelist Purkinje. Durante más de 150 años, las funciones de estas estructuras han generado muchas dudas y controversia entre los expertos. "Durante la larga historia del estudio de estas estructuras, se han generado muchas hipótesis, y muy variadas, sobre su naturaleza y significado", destacan los investigadores.
En un estudio publicado en el 2019 también en la revista PNAS, liderado por los propios investigadores, se mostraba que los cuerpos amiláceos actúan como contenedores de sustancias de desecho del cerebro y pueden ser expulsados por los astrocitos (las células que los generan) hacia el líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro). Posteriormente, el mismo grupo propuso llamar a los cuerpos amiláceos con el término wasteosomes, que significa 'cuerpo que contiene productos de desecho'.
El término se propuso porque destaca la captación de estas sustancias y evita la confusión terminológica que el término amiláceo o amiloide generaba con las proteínas amiloides, que son características de algunas enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. Ahora, con el nuevo artículo, se demuestra que existen evidencias que indican que el aumento de wasteosomes o cuerpos amiláceos en el cerebro humano es una manifestación de la insuficiencia crónica del sistema glinfático.
DEFINICIÓN DE INSUFICIENCIA GLINFÁTICA
El sistema glinfático es el que se encarga de limpiar el parénquima cerebral. Hasta ahora, para definir su mal funcionamiento se utilizaban expresiones como fallo del sistema glinfático o disfunción del sistema glinfático. En el nuevo artículo de 'PNAS', se define el concepto de insuficiencia glinfática, entendido como la incapacidad del sistema glinfático para llevar a cabo de forma correcta la función de limpieza del cerebro.
"Esto permite describir que la insuficiencia puede ser aguda o crónica, en función de la duración del proceso, así como precisar que la insuficiencia puede producirse por un fallo del mismo sistema glinfático o por una sobreproducción de sustancias de desecho que sobrepasa la capacidad de limpieza de este sistema", señalan.
Esto, según informan, "permite describir que la insuficiencia puede ser aguda o crónica, en función de la duración del proceso, así como precisar que la insuficiencia puede producirse por un fallo del propio sistema glinfático o por una sobreproducción de sustancias de desecho que sobrepasa la capacidad de limpieza de este sistema".
"Sea aguda o crónica, y sea por un fallo del sistema glinfático o por una sobreproducción de sustancias de desecho, el resultado de la insuficiencia glinfática será que se acumularán sustancias de desecho en el parénquima cerebral, concretamente en las zonas afectadas por esta insuficiencia", explican los investigadores.