SEVILLA, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La nanotecnología, mediante el desarrollo de nuevos agentes de contraste nanoestructurados, permite pasar de una imagen por resonancia magnética (MRI) convencional con "escasa especificidad" y escala mili/micro-métrica a una imagen molecular a escala nanométrica y de "elevada especificidad".
En ese marco, investigadores del Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand), el Instituto de Nanociencias de Aragón y la Universidad de Sevilla en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) mantienen una línea común de colaboración para, mediante el uso de herramientas derivadas de la nanociencia, "mejorar las propiedades de moléculas con interés biológico".
Así lo ha destacado este miércoles la US en una nota en la que ha incidido en que la imagen mediante resonancia magnética (MRI) representa "una tecnología muy atractiva para la detección temprana y el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades, desde el cáncer hasta las enfermedades vasculares o neurodegenerativas".
De esta manera, el MRI presenta "un buen contraste anatómico y un razonable contraste funcional/molecular con resoluciones espaciales semejantes a la tomografía computerizada pero con los mejores márgenes de seguridad posibles al no utilizarse elementos radioactivos".
El profesor de la US y uno de los integrantes del mencionado estudio, David Pozo, ha explicado que "el objetivo último es poder realizar un diagnóstico de las enfermedades a nivel molecular, antes de que aparezcan los síntomas, pasando de la escala micro a la nano, e idealmente con un control individualizado de las moléculas".
En estos estudios, ha agregado, es "fundamental tener una clara orientación biológica para poder tener métodos de síntesis robustos y fácilmente escalables a costes reducidos, sin perder las nuevas propiedades asociadas a la nanoestructuración a campos magnéticos clínicos, no experimentales, con el fin de que los resultados puedan ser trasladables a la práctica médica".
Los investigadores acaban de presentar su estudio en la prestigiosa revista 'Nanoscale', editada por la británica Royal Society of Chemistry, en el que desarrollan nanopartículas de ferrita de manganeso de entre seis y 14 nanómetros de tamaño.
Estas partículas presentan un "excelente perfil de biocompatibilidad y elevados periodos de circulación en sangre de hasta 24 horas", un hecho que, según ha precisado el citado investigador, junto a los valores "altos de relajatividad", las convierten en "unas excelentes candidatas en aplicaciones de imagen molecular por MRI".
Además, aquellas con un rango de tamaño entre 6 y 7,5 nanómetros tienen valores r2/r1 en rangos intermedios a campos clínicos de 1.5T, siendo por tanto "buenos candidatos como agentes de contraste duales en clínica".