MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las nuevas pruebas genéticas para el cáncer de mama, cada vez más complejas porque evaluan una mayor cantidad de genes, no están causando que los pacientes se preocupen más por su riesgo de sufrir un cáncer, según ha concluido un estudio de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
"Estas pruebas son cada vez más precisas. Esto ha llevado a cierta ambigüedad en los resultados de las pruebas. El desafío es incorporar esta información a la decisión de tratamiento sin causar preocupaciones innecesarias", explica el autor principal del trabajo, Steven J. Katz.
Inicialmente, las pruebas genéticas para el cáncer de mama se centraron exclusivamente en los genes 'BRCA1' y 'BRCA2'. Ahora, las técnicas más novedosas detectan anomalías en una docena o más de genes diferentes que desempeñan algún papel en el riesgo de cáncer de mama. Al analizar más genes, es más probable que un paciente tenga una prueba positiva o una variante relevante desconocida.
La preocupación es que esta mayor variación podría llevar a los pacientes a preocuparse demasiado por su riesgo de recurrencia del cáncer de mama cuando los resultados de las pruebas genéticas son ambiguos.
Los investigadores encuestaron a 1.063 mujeres tratadas por cáncer de mama en etapa temprana que habían recibido pruebas genéticas entre 2013-2015, el período en el cual estas pruebas se hicieron más populares. Aproximadamente el 60 por ciento de los pacientes fueron evaluados solo para 'BRCA1' y 'BRCA2', mientras que el 40 por ciento se sometió a las técnicas modernas. Se les preguntó a los pacientes cuánto y con qué frecuencia les preocupaba la reaparición del cáncer y el impacto que la preocupación tenía en su vida.
En general, el 11 por ciento de los pacientes informaron que esta preocupación tuvo un alto impacto en su vida y el 15 por ciento se preocupó a menudo o casi siempre. Ni el impacto ni la frecuencia de la preocupación variaron sustancialmente según el tipo de prueba genética o los resultados de la prueba, según ha hallado este estudio, publica en la revista 'JCO Precision Oncology'.
"Estos hallazgos son tranquilizadores. Encontramos que los pacientes no reaccionaron de forma exagerada si se sometieron a una prueba de panel más nueva o solo a 'BRCA', y no reaccionaron de manera exagerada a los resultados de la prueba. Su preocupación futura por el cáncer no fue diferente si se sometína una prueba negativa o una variante de importancia desconocida", explican.