Nuevas pistas sobre el estrés postraumático en víctimas del terrorismo

02 February 2020, England, London: Police seen behind  a caution tape at the scene, where a man has been shot dead by police after he stabbed several people in the south London suburb of Streatham. The incident has been declared as "terrorist-related" b
02 February 2020, England, London: Police seen behind a caution tape at the scene, where a man has been shot dead by police after he stabbed several people in the south London suburb of Streatham. The incident has been declared as "terrorist-related" b - Victoria Jones/PA Wire/dpa - Archivo
Publicado: miércoles, 18 marzo 2020 7:45

   MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un amplio programa de investigación interdisciplinaria del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS), el proyecto '13-Novembre' que ha estudiado a víctimas de los ataques terroristas cometidos en París y Saint-Denis el 13 de noviembre de 2015, ha revelado nuevas pistas sobre el trastorno de estrés postraumático (TEPT) supervivientes de atentados, según publican en la revista 'Science'.

   El estudio, codirigido por Francis Eustache, neuropsicólogo y director del laboratorio Inserm Neuropsychology and Imaging of Human Memory, y Denis Peschanski, historiador y director de investigación del CNRS, busca la construcción y evolución continua de la memoria individual y colectiva de estos eventos traumáticos y mejora nuestra comprensión de los factores que protegen contra el desarrollo del trastorno de estrés postraumático.

   Parte de este programa es un estudio de imágenes cerebrales llamado Remember, que se centra en las redes cerebrales implicadas en el TEPT.

   Este estudio, patrocinado por Inserm y dirigido por el investigador Pierre Gagnepain de Inserm, muestra que el resurgimiento prematuro de imágenes y pensamientos intrusivos en pacientes con TEPT, un fenómeno atribuido durante mucho tiempo a una deficiencia de memoria: también está relacionada con una disfunción de las redes cerebrales que controlan la memoria. Los investigadores esperan que estos hallazgos conduzcan a la identificación de nuevas opciones de tratamiento para quienes padecen TEPT

    Según los modelos tradicionales de TEPT, la persistencia de recuerdos intrusivos dolorosos es causada por la disfunción de la memoria, un poco como un disco rayado que reproduce los mismos fragmentos de nuestros recuerdos una y otra vez. Desde el punto de vista anatómico, tales disfunciones son particularmente visibles en el hipocampo, una región clave para la formación de la memoria.

   Además, los intentos de los pacientes de suprimir sus recuerdos traumáticos se han considerado durante mucho tiempo un mecanismo ineficaz. En lugar de afrontar estas imágenes dolorosas para dejarlas en el pasado, la forma en que intentaban reprimirlas o expulsarlas se vio más como una estrategia negativa, intensificando las intrusiones y empeorando la situación de las personas con TEPT.

   El estudio de imágenes del cerebro desafía algunas de estas ideas, planteando la hipótesis de que el resurgimiento prematuro de imágenes y pensamientos intrusivos también podría estar relacionado con una disfunción de las redes cerebrales implicadas en el control de la memoria (volviendo a la metáfora anterior del registro jugador, el brazo de la plataforma giratoria no funciona correctamente).

   "Estos mecanismos de control actúan como un regulador de nuestra memoria y se dedican a detener o suprimir la actividad de las regiones asociadas con los recuerdos, como el hipocampo", explica Pierre Gagnepain.

   Junto con sus colegas, Gagnepain trabajó con 102 supervivientes de los ataques de París, 55 de los cuales tenían TEPT. También participaron en el estudio 73 personas que no habían estado expuestas a los ataques.

   Para modelar el resurgimiento de recuerdos intrusivos observados en el TEPT de estos voluntarios sin someterlos a la terrible experiencia de ver las impactantes imágenes de los ataques, los científicos optaron por un protocolo de investigación de imágenes cerebrales basado en el método 'Think / No-Think'.

   El objetivo de este método es crear asociaciones entre una palabra clave y un objeto cotidiano no relacionado (por ejemplo, la palabra silla con la imagen de una pelota), para reproducir la presencia de una intrusión cuando se confronta con la palabra clave. "Entonces podemos estudiar la capacidad de los participantes para conducir y suprimir de su mente la imagen intrusiva que emerge en contra de su voluntad cuando se enfrentan a la palabra clave", explica Alison Mary, investigadora y coautora del artículo.

   Los investigadores observaron las conexiones cerebrales entre las regiones de control ubicadas en la corteza frontal (en la parte frontal del cerebro) y las regiones de memoria, como el hipocampo. Esperaban identificar cualquier diferencia entre los tres grupos de participantes (el primero no expuesto a los ataques, el segundo expuesto pero sin TEPT, y el tercero también expuesto pero con TEPT).

   Los resultados muestran que los participantes con TEPT presentan una deficiencia de los mecanismos que suprimen y regulan la actividad de las regiones de memoria durante una intrusión (particularmente la actividad del hipocampo).

   Por el contrario, el funcionamiento de estos mecanismos se conserva en gran medida en las personas sin TEPT, que pueden combatir los recuerdos intrusivos. "En nuestro estudio, sugerimos que el mecanismo de supresión de la memoria no es intrínsecamente pobre ni responsable de las intrusiones, como se creía anteriormente. Sin embargo, su disfunción sí lo es", explica Pierre Gagnepain.

   Muchas de las terapias actuales de TEPT tienen como objetivo recontextualizar los recuerdos problemáticos, hacer que los pacientes sean conscientes de que estos recuerdos pertenecen al pasado y reducir la sensación de miedo que generan.

   Diseñar nuevas intervenciones que estén desconectadas de los eventos traumáticos y que estimulen los mecanismos de control identificados en este estudio podría ser una adición útil para capacitar a los pacientes sobre cómo implementar mecanismos de supresión más efectivos.

   "Todos los tratamientos actuales implican enfrentar el trauma, que no siempre es fácil para los pacientes. Se podría imaginar que este tipo de tarea estimula los mecanismos de supresión, facilitando así el procesamiento de la memoria traumática en las terapias tradicionales", señalan los investigadores.