OVIEDO, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Oviedo han descubierto nuevas evidencias de la relación entre los anticuerpos anti-HDL, relacionados con el llamado colesterol bueno, y la enfermedad cardiovascular. El hallazgo permitirá usar estos anticuerpos como potenciales biomarcadores de riesgo para patologías del sistema circulatorio.
Según informa la institución académica en una nota de prensa, los autores del trabajo, que ha sido publicado en la revista Arthritis and Rheumatology, concluyen que la determinación en sangre de los niveles de los anticuerpos anti-HDL facilitará el diseño de estrategias de medicina individualizada en función de las necesidades terapéuticas de los pacientes.
El investigador del área de Inmunología de la Universidad de Oviedo, Javier Rodríguez Carrio, ha explicado que las lipoproteínas de alta densidad, también conocidas como colesterol HDL o colesterol bueno, son un "factor protector" frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en los últimos años han aparecido evidencias que sugieren que el efecto protector del llamado colesterol bueno no parece ser debido en exclusiva a esta función transportadora, sino también a su efecto antioxidante y antiinflamatorio.
El grupo de investigación de la Universidad de Oviedo ha desarrollado un método para la detección de anticuerpos dirigidos frente a las lipoproteínas HDL (anti-HDL). El problema de la existencia de estos anticuerpos reside en que en ocasiones también pueden generarse anticuerpos que reconocen moléculas propias del organismo, como es el caso de las HDL, y terminan por atacarlas como si de un agente extraño se tratase.
MECANISMOS INMUNITARIO EN EL DESARROLLO DE PATOLOGÍAS CARDIOVASCULARES
Una vez desarrollado el método, los investigadores han evaluado los niveles de anticuerpos anti-HDL en muestras de suero de diferentes grupos de población entre los que figuran pacientes con artritis reumatoide, enfermedad autoinmune.
El primer estudio realizado reveló que alrededor del 20 por ciento de los pacientes de artritis reumatoide mostraban niveles elevados de anticuerpos anti-HDL. Además, presentaban también incrementos en los niveles de varias moléculas implicadas en inflamación. Los resultados de esta primera aproximación indicaron que la presencia de anticuerpos anti-HDL puede explicar los niveles reducidos de HDL o colesterol bueno.
El segundo estudio se centró en abordar si, además, la presencia de estos anticuerpos interfería también en el efecto antioxidante del "colesterol bueno". Los investigadores observaron que esta afectación estaba regulada por causas genéticas. Las conclusiones "son importantes" según Rodríguez Carrio porque apoyan la participación de mecanismos inmunitarios en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y, aunque los resultados se han extraído de pacientes con artritis reumatoide, podrían aplicarse a otras patologías e incluso a la población general. Referencias