MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
En los primeros días después de que las bacterias de la tuberculosis infectan el cuerpo, se activan una serie de células inmunitarias para combatir la infección. Ahora, los investigadores han identificado una célula maestra que coordina las defensas inmunológicas del cuerpo en esos primeros días cruciales, según un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis y el Instituto de Investigación de Salud de África en KwaZulu-Natal, Sudáfrica, según un informe publicado en 'Nature'.
Estas células inmunes llamadas células linfoides innatas (ILC, por sus siglas en inglés) intervienen en la defensa inicial del cuerpo contra la tuberculosis (TB). Impulsar esta respuesta puede proporcionar un nuevo enfoque para el desarrollo de tratamientos y vacunas contra esta enfermedad, que causa más muertes en todo el mundo que cualquier otra enfermedad infecciosa.
Los hallazgos sugieren que reforzar la actividad de estas células podría ayudar a prevenir que las bacterias mortales se afiancen en los pulmones y reducir las decenas de millones de nuevas infecciones que se producen cada año.
La investigación fue financiada en parte por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, y realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, en colaboración con científicos del Instituto de Investigación de Salud de África en KwaZulu-Natal, Sudáfrica, entre otras instituciones.
Identificados en la última década, los ILC pueden iniciar respuestas rápidas, no específicas contra patógenos así como dirigir respuestas inmunitarias protectoras contra patógenos específicos. En este estudio, los investigadores observaron que entre las personas que estaban infectadas con 'Mycobacterium tuberculosis' (Mtb), un subconjunto de ILC se trasladó de la sangre a los pulmones.
Los investigadores también rastrearon la actividad de las ILC en varios modelos animales. En ratones con sistemas inmunes intactos, los ILC se dirigieron al tejido pulmonar infectado y utilizaron moléculas mensajeras para reclutar las células secuestradoras del sistema inmune, los macrófagos, para formar granulomas protectores, o pequeñas áreas de inflamación, para suprimir la infección.
Los ratones sin ILC funcionales, sin embargo, tenían niveles bajos de macrófagos en el tejido pulmonar y control inmunológico deficiente sobre su infección. Los datos en humanos y animales llevaron a los investigadores a concluir que las ILC desempeñan un papel temprano, fundamental y no percibido anteriormente en la inmunidad contra la tuberculosis.
La bacteria causante de la tuberculosis es cada vez más resistente a los tratamientos con antibióticos convencionales. Si bien la vacuna de Bacille Calmette-Guerin (BCG) puede prevenir la infección por Mtb en bebés y niños pequeños, no se aprueba ninguna vacuna para prevenirla en niños mayores y adultos. Los investigadores sugieren que explorar la vía recién descrita puede generar nuevos enfoques para el tratamiento y la prevención de la tuberculosis.