MADRID 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio piloto del Instituto Americano de Física (Estados Unidos) demuestra el mapeo sin contacto de las vibraciones torácicas superficiales durante las vocalizaciones humanas. En concreto, un equipo de investigadores franceses demostró la eficacia de la tecnología de ultrasonido para detectar movimientos de baja amplitud producidos por vocalizaciones en la superficie del pecho.
También demostraron la posibilidad de utilizar la "cámara de movimiento de superficie por ultrasonidos en el aire" (AUSMC) para mapear estas vibraciones durante períodos cortos para ilustrar su evolución. "AUSMC es una nueva tecnología de imágenes que permite la observación de las vibraciones de la superficie del tórax humano debido a las actividades respiratorias y cardíacas a altas velocidades de cuadro, típicamente 1.000 imágenes por segundo", comenta el autor Mathieu Couade. "La tecnología comparte el principio físico de la ecografía Doppler convencional, pero no requiere la aplicación de una sonda sobre la piel".
Tal y como se recoge en 'AIP Advances, de AIP Publishing' los investigadores probaron el AUSMC en 77 voluntarios sanos para obtener imágenes de las vibraciones superficiales causadas por las vocalizaciones naturales con el objetivo de reproducir el "fremitus vocal" (vibraciones inducidas por la vocalización en la superficie del cuerpo) como se analiza típicamente durante el examen físico del tórax. Informaron que las vibraciones superficiales inducidas fueron detectables en todos los sujetos.
"Se descubrió que la distribución espacial de la energía vibratoria es asimétrica en beneficio del tamaño correcto del tórax y dependiente de la frecuencia en el eje anteroposterior", insiste Couade. "Como era de esperar, la distribución de frecuencia de la vocalización no se superpone entre hombres y mujeres, siendo estas últimas más altas".
Los ensayos clínicos en curso utilizarán el AUSMC para centrarse en la identificación de patologías pulmonares. Pero los investigadores tienen la esperanza de que la tecnología, junto con algoritmos de inteligencia artificial, pueda marcar el comienzo de una nueva era en el examen del tórax en la que se puedan aislar los patrones de vibración. Esto ofrecería una ventana mucho mejor a la salud respiratoria y permitiría mejores diagnósticos de enfermedades respiratorias.