MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Una nueva herramienta diagnóstica podría transformar la forma en que se detecta el cáncer, ofreciendo una vía prometedora para intervenir antes de que la enfermedad avance a etapas críticas. Un reciente estudio sugiere que su implementación estratégica podría tener un impacto significativo en la supervivencia de los pacientes.
UNA SOLA PRUEBA, MÚLTIPLES CÁNCERES
Un único análisis de sangre, diseñado para detectar señales químicas indicativas de la presencia de muchos tipos diferentes de cáncer, podría potencialmente frustrar la progresión a una enfermedad avanzada mientras la malignidad todavía está en una etapa temprana y es susceptible de tratamiento en hasta la mitad de los casos, sugiere un estudio de modelización de la Queen Mary University of London (Reino Unido) publicado en la revista de acceso abierto 'BMJ Open'.
La incorporación de la prueba, formalmente conocida como prueba de detección temprana de múltiples cánceres, o MCED por sus siglas en inglés, ya sea anualmente o bienalmente, podría mejorar los resultados para los pacientes al interceptar la progresión de la enfermedad, sugieren los investigadores.
Actualmente, solo unos pocos cánceres pueden detectarse con fiabilidad: el de mama, el de intestino, el de cuello uterino y el de pulmón en personas de alto riesgo. Si bien son eficaces para reducir las tasas de mortalidad por estas enfermedades, estas pruebas también pueden dar lugar a falsos positivos y sobrediagnóstico, según los investigadores. Aún no está claro el intervalo óptimo en el que el cribado permitirá detectar la mayoría de los cánceres en una etapa temprana (I y II), evitando al mismo tiempo pruebas y tratamientos innecesarios.
UN MODELO PREDICTIVO PARA EVALUAR EL IMPACTO
Para fundamentar futuros ensayos clínicos, los investigadores se basaron en un modelo de progresión de la enfermedad publicado previamente para diversos tipos de cáncer. Lo utilizaron para predecir el impacto del cribado regular con una prueba MCED en el momento del diagnóstico de cáncer y la mortalidad del paciente, según diferentes programas de cribado, en personas de 50 a 79 años que recibían la atención habitual.
Los programas de cribado modelados variaron de 6 meses a 3 años, con énfasis en el cribado anual y bienal para dos conjuntos de escenarios de crecimiento del cáncer: el de crecimiento rápido, donde los tumores permanecen en el estadio I entre 2 y 4 años antes de progresar; y el de crecimiento rápido-agresivo, donde los tumores permanecen en el estadio I entre 1 y 2 años, con períodos decrecientes de progresión a estadios sucesivos.
Los tipos de cáncer incluidos fueron los de ano, vejiga, mama, cuello uterino, intestino/recto, esófago, vesícula biliar, cabeza y cuello, riñón, hígado/conducto biliar, pulmón, ovario, páncreas, próstata, sarcoma (tejidos blandos/hueso), estómago, tiroides, tracto urotelial y útero, así como leucemia, linfoma, melanoma, cánceres de sangre (neoplasia mieloide, cánceres de células inmunes (neoplasia de células plasmáticas).
ESCENARIOS DE PROGRESIÓN DEL CÁNCER
Los investigadores se basaron en las características de la prueba MCED de un informe publicado recientemente y en los resultados de los pacientes a partir de los datos de cáncer poblacional del programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) de los Estados Unidos.
Su análisis mostró que todos los intervalos de cribado MCED presentaron tasas de diagnóstico en estadio temprano más favorables que la atención habitual únicamente. El impacto en el cambio de estadio fue mayor en los tumores de crecimiento rápido que en los de crecimiento rápido y agresivo.
Pero la evaluación anual del MCED en el escenario de crecimiento rápido del tumor se asoció con un mayor número de diagnósticos: se detectaron 370 señales más de cáncer por año por cada 100.000 personas examinadas, con un 49% menos de diagnósticos en etapa tardía y un 21% menos de muertes dentro de los 5 años que la atención habitual.
Si bien el cribado bienal de MCED permitió cambiar la etapa del diagnóstico y evitar muertes, no fue tan eficaz como el cribado anual: se detectaron 292 señales más de cáncer/año/100.000 personas examinadas; un 39% menos de diagnósticos en etapa avanzada y un 17% menos de muertes en un plazo de 5 años que la atención habitual.
El cribado anual de MCED evitó más muertes en 5 años que el cribado bienal en el escenario de crecimiento tumoral rápido. Sin embargo, el cribado bienal tuvo un valor predictivo positivo mayor: 54% en comparación con 43%. En otras palabras, detectó más cánceres por cada prueba realizada. Además, fue más eficiente a la hora de prevenir más muertes en cinco años por cada 100.000 pruebas (132 frente a 84), aunque previno menos muertes al año y, por lo tanto, fue menos eficaz.
Dado que 392 personas son diagnosticadas cada año con un cáncer agresivo que podría causarles la muerte en un plazo de 5 años, un diagnóstico temprano mediante la detección bienal de MCED podría haber evitado 54 (14%) de estas muertes. Sin embargo, la detección anual de MCED podría haber evitado 84 (21%) menos muertes, según los investigadores.
"Con base en las características de desempeño de un estudio de casos y controles, tanto la detección anual como la bienal con una prueba MCED tienen el potencial de interceptar entre el 31 % y el 49 % de los cánceres en estadio I-II que de otro modo se presentarían en estadio III-IV", estiman los investigadores. "De estos, se detectarían cantidades aproximadamente iguales en la etapa I y en la etapa II: 14% en la etapa I y 16% en la etapa II, frente a 23% en la etapa I y 26% en la etapa II", añaden.
CONCLUSIONES DEL ESTUDIO Y PRÓXIMOS PASOS
Los investigadores reconocen que sus estimaciones suponen un cumplimiento del 100% del programa de detección recomendado y una precisión del 100% de las pruebas de seguimiento confirmatorias, y por lo tanto representan los límites superiores de los beneficios potenciales de la detección del cáncer mediante MCED.
También se asume que una reducción en el número de diagnósticos de cáncer en etapa avanzada reduciría automáticamente las tasas de mortalidad por la enfermedad. Y señalan: "La elección óptima del intervalo de cribado dependerá de las evaluaciones de la supervivencia al cáncer en la vida real y de los costos de las pruebas de confirmación tras el cribado MCED"
"Sin embargo, tanto los intervalos anuales como los bienales de detección del MCED tienen el potencial de evitar muertes asociadas con cánceres en etapa avanzada cuando se utilizan además de las pruebas de detección del cáncer basadas en las pautas actuales".