MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al estudiar el tejido de los vasos sanguíneos de 674 pacientes, un equipo de investigación internacional ha descubierto cómo la insulina contribuye a la disfunción de los vasos sanguíneos en la aterosclerosis, una de las afecciones crónicas de salud más comunes en todo el mundo.
Su investigación, publicada en la revista 'Science Translational Medicine', explica por qué el tratamiento con insulina no trata el daño vascular en pacientes con diabetes y destaca una terapia alternativa prometedora para corregir la señalización de insulina y proteger los vasos sanguíneos.
La insulina es una hormona fundamental en el cuerpo, ya que regula procesos que van desde el control del azúcar en la sangre hasta las reacciones químicas en el sistema cardiovascular. Los pacientes con diabetes tipo 2 a menudo desarrollan otras afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas y aterosclerosis, y las investigaciones sugieren que la señalización anormal de la insulina puede ser la culpable.
Sin embargo, bajar el azúcar en la sangre con compuestos similares a la insulina no ha logrado reducir el riesgo cardiovascular en pacientes diabéticos.
Para entender por qué, Ioannis Akoumianakis, de la Universidad de Oxford, junto con investigadores de Reino Unido, Alemania y Grecia examinaron los vasos sanguíneos de 674 pacientes con aterosclerosis que se sometieron a una cirugía de revascularización coronaria.
Descubrieron que los vasos sanguíneos de los pacientes eran resistentes a la insulina, que normalmente controla el tono de los vasos sanguíneos, y mostraron niveles elevados de estrés por las moléculas de oxígeno dañinas. En cambio, los altos niveles de insulina se correlacionaron con más disfunción en las células que recubren el interior de los vasos sanguíneos.
El tratamiento de los vasos con un inhibidor experimental de la enzima DPP4 redujo el estrés oxidativo y restableció la actividad normal de la insulina y el tratamiento crónico con un inhibidor de DPP4 revirtió los efectos vasculares dañinos de la insulina en pacientes y ratones alimentados con una dieta alta en grasas.
Los autores concluyen que los ensayos futuros deberían explorar la posibilidad de combinar el tratamiento con insulina con inhibidores de DPP4 para mitigar el daño vascular en pacientes con aterosclerosis.