¿Cómo nos ven los demás?

Gente autoestima hombre trabajador
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Actualizado: viernes, 23 enero 2015 12:39

MADRID, 23 Ene. (INFOSALUS) -

  El autoconcepto engloba el conjunto de elementos que constituyen en psicología la idea que tenemos de nosotros mismos, lo que pensamos de nosotros en lo referente a nuestra imagen, inteligencia y capacidades en las relaciones sociales. Cuanto mejor es nuestro autoconcepto mejor es nuestra autoestima.

   Según explica a Infosalus Vanessa Fernández, doctora en Psicología y especialista del Instituto de Psiquiatría Martínez Campos de Madrid, el autoconcepto no acaba de formarse nunca aunque es durante la infancia y juventud cuando su desarrollo es mas importante, a través de lo que dicen nuestras personas de referencia (padres, cuidadores y profesores) y cómo interactuamos con nuestro grupo de pares.

   Además de las experiencias de cada persona con aquellos que le rodean es clave cómo la estructura cognitiva individual valora tales experiencias. Esta estructura cognitiva es la que da forma a nuestro autodiálogo interior constituido por rasgos de personalidad estables y las experiencias personales.

   "Cuando este autodiálogo interior te hace sufrir algo no va bien ya que su función es ayudarnos a resolver problemas y si te bloquea o te destruye o hace que tengas una visión negativa de ti mismo hay que buscar ayuda", señala la psicóloga.

   El autodiálogo dirige qué percibimos sobre nosotros mismos al escuchar a los demás, detecta las opiniones que concuerdan con nuestro autoconcepto e influye en lo que recordamos al almacenar y recuperar recuerdos en nuestra memoria.

   Existen formas patológicas de autoconcepto, es el caso por ejemplo de los narcisistas, que construyen una realidad ilusoria con un autoconcepto extremadamente elevado de su persona y que les hace tener muchos problemas en sus relaciones sociales.

   "En psicología consideramos que existe un problema cuando lo que sentimos interfiere con la vida cotidiana en las relaciones de familia, pareja, con los amigos o laborales y genera un rechazo por parte de los demás. Suele ocurrir que estas personas acuden a consulta por otros motivos que son una consecuencia del problema real que sale a la superficie durante las sesiones de terapia", aclara la psicóloga.

LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA

   Lo habitual es que exista una concordancia entre el autoconcepto y lo que los demás ven de uno mismo ya que este autoconcepto también genera expectativas sobre el resultado de nuestras acciones y nos lleva a que pongamos en marcha unas u otras conductas. Es lo que se denomina profecía autocumplida ya que según creamos que puede ser la evolución de los acontecimientos así actuaremos. "Al final termina siendo cierta la premisa de 'así te dejas, así te tratan' o 'así te ves, así te ven'", aclara la psicóloga.

   "Si generas unas expectativas sobre ti mismo y te comportas basándote en esas expectativas es más que probable que los resultados concuerden con lo que esperabas. Un proverbio oriental dice 'Repite un pensamiento y se convertirá en un acto, repite ese acto y será un hábito y los hábitos dan forma a la vida así que cuida de lo que piensas'".

¿ES POSIBLE CAMBIAR NUESTRO AUTOCONCEPTO?

   En las terapias cognitivo-conductuales existen unos protocolos establecidos para tratar de cambiar aquellos aspectos de nuestro autoconcepto que nos producen malestar. En primer lugar se realiza un análisis y evaluación de la situación para luego plantear una hipótesis, examinar las áreas más afectadas y descubrir qué factores mantienen un autodiálogo perjudicial.

   Después de completar estas fases se realiza un trabajo de psico-educación en el que se trabaja sobre las atribuciones que realiza la persona, su interpretación de los hechos y las consecuencias que prevé se derivarán de ellos, es decir, las expectativas que genera su autodiálogo interior.

    Además, se trabaja sobre las habilidades sociales de la persona ya que puede existir una falta de habilidad para expresar deseos, afrontar las situaciones que suponen un conflicto de intereses o una escasa asertividad.

Ejercicio práctico para mejorar nuestro autoconcepto

1. Plantéate que te gusta y que no te gusta de ti mismo.

2. Céntrate en aquello que no te gusta.

3. ¿Cuándo fue la primera vez que alguien te recriminó esto?

4. Piensa qué sentiste en relación a ello, si lo aceptaste, lo negaste, etc.

5. Ahora piensa en cómo te hablarías tu a ti mismo con respecto a ello y si le hablarías de la misma forma o se lo dirías igual a otra persona ajena a ti.

   Este ejercicio ayuda a detectar los problemas en nuestro autoconcepto que nos hacen sufrir al generar miedos y ansiedad. "Es posible aprender conductas que nos ayuden a afrontar estos handicap que nos producen malestar en el día a día y que en ocasiones pueden mejorar en gran medida al aprender habilidades sociales", concluye la psicóloga.