¿Qué nos lleva a ayudar a los demás? ¿Somos generosos desinteresados?

Ayudar a los demás.
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Publicado: jueves, 4 junio 2020 8:04

   MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Las personas quieren ayudarse mutuamente, incluso cuando tenga algún coste, e incluso cuando las motivaciones para ayudar no siempre se alinean, sugiere un nuevo estudio publicado en la revista 'Science Advances'.

    Los sociólogos descubrieron que las personas optaron abrumadoramente por ser generosos con los demás, incluso con extraños, e incluso cuando parece que una motivación para ayudar podría desplazar a otra.

   Es el primer estudio que examina cómo todas las motivaciones establecidas para ser generoso interactúan entre sí. "Queríamos hacer un estudio exhaustivo para ver cuáles serían los efectos de esas motivaciones cuando se combinen, porque se combinan en el mundo real, donde las personas toman decisiones sobre lo generosos o amables que son los unos con los otros", explica David Melamed, autor principal del estudio y profesor asociado de Sociología en la Universidad Estatal de Ohio.

   El estudio analizó a más de 700 personas y fue diseñado para ayudar a los investigadores a comprender el comportamiento prosocial. "Significa hacer algo por otra persona a un costo personas --explica Melamed--. Un ejemplo sería pagar por la persona que está detrás en la cola la cafetería. O en estos momentos, usar mascarilla en público. Tiene un coste porque es incómodo pero con ella se contribuye al bien público al usarlo y no difundir el virus".

   Los científicos habían determinado previamente que cuatro motivaciones influyen en las personas para que se comporten de una manera que beneficia a otras personas.

   En primer lugar, el destinatario de una bondad se inclina a hacer algo bueno por el donante por algo a cambio. En segundo lugar, una persona está motivada para hacer algo bueno con alguien que vio generoso con una tercera persona. En tercer lugar, es probable que una persona haga el bien en presencia de personas en su red que podrían recompensar su generosidad. Y cuarto, es probable que una persona "le pague" a otra persona si alguien ha hecho algo bueno por ella.

   Estas cuatro motivaciones habían sido estudiados aislados uno del otro, y algunos habían sido estudiados en pareja. Pero hasta este experimento, los científicos no habían realizado un estudio exhaustivo sobre cómo los cuatro motivadores podrían afectarse entre sí en el mundo real, donde la motivación para ser amable con los demás podría estar influenciada por múltiples factores.

   "En el mundo real, las condiciones bajo las cuales las personas son amables entre sí no están aisladas: las personas están integradas en sus redes, y siguen con su vida cotidiana y entran en contacto con cosas que afectarán sus decisiones --señala Melamed--. Y estos experimentos muestran que todas las motivaciones funcionan. Si quieres maximizar el comportamiento prosocial, fue algo realmente grandioso".

   Para este estudio, que se realizó en línea, los participantes tuvieron que decidir cuánto de una dotación de 10 puntos daría a otras personas. Los puntos tenían valor monetario para los participantes y darlos les costó algo.

   Luego, los investigadores crearon diferentes escenarios que combinaban uno o los cuatro posibles motivadores para dar.

   Melamed admite que antes del experimento pensó que las motivaciones para la amabilidad podrían desplazarse entre sí. Por ejemplo, una persona puede ser menos propensa a recompensar indirectamente la generosidad de otra persona hacia una tercera persona cuando se concentra en devolver directamente la ayuda que recibió.

   "La gente tiene prejuicios --recuerda--. Si haces algo bueno por mí, podría sopesarlo más que si te veo hacer algo bueno por alguien más. Pero descubrimos que todos los motivadores siguen apareciendo como predictores de cuánto está dispuesto a dar una persona a otra persona, independientemente de cómo se combinen las diferentes motivaciones".

   Esta investigación nos ayuda a comprender la notable cantidad y diversidad del comportamiento prosocial que vemos en los humanos, apunta Melamed.

   "Desde una perspectiva evolutiva, es desconcertante que exista, porque estás disminuyendo tu propia forma física en nombre de los demás --señala Melamed--. Y, sin embargo, lo vemos en abejas y hormigas, en humanos y en toda la naturaleza".