MADRID 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Neurocientíficos de la Universidad de Yale han trabajado para intentar explicar el fenómeno de las ilusiones ópticas y por qué consiguen engañar al ojo humano y han encontrado algunas respuestas en los ojos de las moscas, informan en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Según han comprobado, las moscas son engañadas por ilusiones ópticas tan fácilmente como los humanos. "Fue emocionante descubrir que las moscas perciben movimiento en imágenes estáticas de la misma manera que nosotros", asegura Damon Clark, profesor asociado de biología molecular, celular y del desarrollo y de física y neurociencia en Yale.
Los pequeños cerebros de las moscas facilitan el seguimiento de la actividad de las neuronas en su sistema visual. Dos miembros del laboratorio de Clark, Margarida Agrochao y Ryosuke Tanaka, presentaron moscas con ilusiones ópticas similares en las que imágenes estáticas parecen moverse.
Luego midieron el comportamiento de las moscas para verificar si los insectos perciben el movimiento en esta ilusión óptica de la misma manera que los humanos. Las moscas giran instintivamente sus cuerpos hacia cualquier movimiento percibido y cuando se les presenta la ilusión óptica, también giran en la misma dirección que el movimiento que los humanos perciben en el patrón.
Al mismo tiempo, los investigadores examinaron tipos específicos de neuronas que gobiernan la detección de movimiento en las moscas y encontraron un patrón de respuestas creado por el patrón estático.
Al encender y apagar esas mismas neuronas, los investigadores pudieron cambiar la percepción de las moscas del movimiento ilusorio. Al apagar dos tipos de neuronas de detección de movimiento, eliminaron la ilusión por completo.
Al apagar solo uno de los dos tipos, crearon moscas que percibieron un movimiento ilusorio en la dirección opuesta a la que tenían con ambas neuronas activas. Con base en estos datos, los investigadores teorizaron que la ilusión óptica es el resultado de pequeños desequilibrios en la forma en que los diferentes tipos de detectores de movimiento contribuyen a cómo las moscas responden o no responden a las ilusiones.
Dado que existen similitudes entre el procesamiento visual de las moscas y el humano, los investigadores diseñaron experimentos para probar si la teoría que desarrollaron para las moscas también podría aplicarse a los humanos. Pidieron a 11 participantes que les contaran sobre el movimiento que vieron en la ilusión visual.
Esos experimentos sugirieron, como era de esperar, que los sistemas visuales humanos son más complicados que las moscas, pero los resultados sugirieron que un mecanismo similar subyace a esta ilusión de movimiento en los humanos.
"El último ancestro común de las moscas y los humanos vivió hace quinientos millones de años, pero las dos especies han desarrollado estrategias similares para percibir el movimiento --apunta Clark--. Comprender estas estrategias compartidas puede ayudarnos a comprender mejor el sistema visual humano".