MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los efectos positivos de la oxitocina están siendo investigados desde hace años en el tratamiento de fobias sociales, así como para el tratamiento de trastornos psiquiátricos o del espectro autista por su papel dentro de la función cerebral
Esta hormona también es conocida como la 'hormona del amor' debido a su papel en los comportamientos humanos, incluyendo la excitación sexual, el reconocimiento, la confianza, la ansiedad y la unión madre-niño. Es producida por el hipotálamo, una zona del cerebro que controla el estado de ánimo y el apetito, y se almacena en la glándula pituitaria, un órgano del tamaño de un guisante que se asienta en la base del cráneo.
Ahora, una nueva investigación, presentada en la Conferencia Anual de la Sociedad británica de Endocrinología que se celebra en Brighton, Reino Unido, afirma que las personas con trastornos médicos que causan bajos niveles de oxitocina tienen peores resultados en las tareas de empatía.
Según sus autores, se trata de la primera investigación que se centra en estudiar a seres humanos con reducción de los niveles de oxitocina y sugiere que el reemplazo hormonal podría mejorar el bienestar psicológico de los que viven con niveles bajos.
Investigadores de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, investigaron el comportamiento empático en personas que sospechaban de tenían bajos niveles de oxitocina debido a una de dos enfermedades médicas causadas en respuesta a la cirugía hipofisaria.
El estudio evaluó a 20 personas con diabetes insípida craneal (CDI, por sus siglas en inglés), en la que el cuerpo reduce los niveles de la hormona antidiurética (ADH, por sus siglas en inglés), un producto químico también producido en el hipotálamo y estructuralmente muy similar a la oxitocina.
PEOR IDENTIFICACIÓN DE EXPRESIONES
Los investigadores también estudiaron a 15 personas con hipopituitarismo (HP), una patología en la cual la glándula pituitaria no libera suficientes hormonas. Posteriormente, los científicos compararon los dos grupos de pacientes con un grupo de 20 controles sanos.
Los investigadores pidieron a todos los participantes que realizaran dos tareas diseñadas para evaluar la empatía, ambas vinculadas con el reconocimiento de la expresión emocional. También midieron los niveles de oxitocina de cada grupo y vieron que los 35 participantes con CDI y HP tenían una cantidad de oxitocina ligeramente inferior que los controles sanos, aunque se requiere una muestra mayor para establecer una significación estadística.
También detectaron que los grupos CDI y HP tuvieron resultados significativamente peores en las tareas de empatía, en comparación con los controles. En particular, la capacidad de los participantes con CDI para identificar expresiones se predijo por sus niveles de oxitocina: aquellos con los niveles más bajos de oxitocina obtuvieron peores resultados.
"Éste es el primer estudio que examina la baja oxitocina como resultado de trastornos médicos en lugar de psicológicos --apunta Katie Daughters, investigadora principal del trabajo--. Si se repite, los resultados de nuestros grupos de pacientes sugieren que también es importante considerar los trastornos médicos que conllevan un riesgo de bajos niveles de oxitocina".
"Los pacientes que han sufrido una cirugía hipofisaria, y en particular aquellos que han adquirido CDI como consecuencia, pueden presentar niveles más bajos de oxitocina, lo cual podría afectar a su comportamiento emocional y, a su vez, su bienestar psicológico. Tal vez deberíamos considerar introducir controles del nivel de oxitocina en estos casos", plantea.
Los investigadores esperan ampliar su estudio con el fin de replicar y confirmar sus hallazgos, ya que su trabajo presenta sólo resultados preliminares y no ha sido revisado por pares.