MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio revela que algunos hombres diagnosticados con cáncer de próstata de grado uno (GG1) podrían tener un riesgo mayor del que sugieren los resultados de la biopsia, según una investigación dirigida por los Hospitales Universitarios de Cleveland, el Weill Cornell Medicine y la Universidad Case Western (todos de Estados Unidos).
Los investigadores concluyen que basarse únicamente en el grado de la biopsia puede llevar a subestimar el riesgo de la enfermedad y a clasificar erróneamente a personas que podrían beneficiarse de un tratamiento definitivo con cirugía o radioterapia. Las biopsias solo examinan pequeñas áreas de la próstata, por lo que pueden pasar por alto células cancerosas más avanzadas o agresivas, lo que proporciona una imagen incompleta.
El estudio, publicado en 'JAMA Oncology', revela que uno de cada seis hombres con cáncer de categoría GG1 presenta un riesgo intermedio o alto al considerar otras características clínicas, además de los resultados de la biopsia. "No queremos pasar por alto cánceres agresivos que inicialmente se presentan como de Grado 1 en la biopsia", declara el doctor Bashir Al Hussein, coautor principal y profesor adjunto de urología y ciencias de la salud poblacional en Weill Cornell Medicine. "Esta subestimación del riesgo podría resultar en un tratamiento insuficiente y malos resultados".
Los resultados del estudio también podrían orientar los debates recientes sobre si se debe descartar por completo la etiqueta de cáncer para los tumores GG1. "Existe la idea errónea de que 'bajo grado' y 'bajo riesgo' son lo mismo. Aquí demostramos claramente que no lo son", advierte el doctor Jonathan Shoag, coautor principal y profesor asociado de urología en la Universidad Case Western Reserve y urólogo en los Hospitales Universitarios de Cleveland. "Los intentos de cambiar el nombre del GG1 son erróneos, ya que muchos pacientes con cánceres GG1 en la biopsia tienen un riesgo considerable de que sus cánceres les causen dolor y sufrimiento a lo largo de su vida si no se tratan".
El equipo se basó en datos recopilados entre 2010 y 2020 por el Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer. Los datos incluyeron a unos 300.000 hombres diagnosticados con cáncer localizado en la próstata.
Aproximadamente 117.000 de estos hombres se sometieron a una biopsia categorizada como GG1. Este grado suele utilizarse como sinónimo de bajo riesgo de progresión a metástasis, es decir, de propagación del cáncer a otras partes del cuerpo. Generalmente, se les realiza un seguimiento mediante vigilancia activa: análisis de sangre para monitorizar una proteína producida por la próstata, biopsias adicionales y resonancias magnéticas. El aumento de los niveles de antígeno prostático específico (PSA) en sangre puede indicar progresión del cáncer.
No obstante, los investigadores se plantearon qué ocurriría si algunos de estos hombres presentaran cánceres de próstata más agresivos de lo que sugería el grado de la biopsia. De esta forma analizaron con más detalle a los individuos del grupo GG1 con sus datos clínicos, como los niveles de PSA y el tamaño de los tumores. Al considerar todos los datos, los investigadores descubrieron que más de 18.000 de estos hombres presentaban cánceres de alto riesgo que suelen tratarse con radioterapia o extirpación de la próstata (prostatectomía radical).
"Nuestros datos muestran que hasta el 30 por ciento de los pacientes diagnosticados con GG1, pero que se encontraban en la categoría de mayor riesgo, se sometieron a vigilancia activa, lo que significa que posiblemente recibieron un tratamiento insuficiente", advierten los investigadores.
Comprender cómo se correlaciona la clasificación del cáncer con los resultados clínicos es particularmente crucial, ya que algunos médicos abogan por eliminar la etiqueta de "cáncer" del cáncer de próstata GG1, lo que podría reducir la ansiedad y los tratamientos innecesarios. Los investigadores argumentan que la mayoría de los tumores categorizados como GG1 crecen lentamente y rara vez se propagan o causan daño. Sin embargo, el artículo advierte que un enfoque único es arriesgado.
Al Hussein también ve margen para mejorar la orientación a los pacientes. "Necesitamos encontrar una mejor manera de informar a los pacientes sobre su pronóstico cuando tienen cáncer de próstata GG1 con características clínicas adversas", comenta. "Como médicos, tenemos la responsabilidad de educar a los pacientes y brindarles la información necesaria para comprender su diagnóstico y decidir el mejor enfoque de tratamiento, a la vez que seguimos abogando por la vigilancia activa para quienes presentan un riesgo realmente bajo", finaliza.