MADRID 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
No invertir en innovación y tecnología es "el verdadero coste para la Sanidad", según ha explicado el director de Sistemas de Diagnóstico por Imagen de Philips Cuidado de la Salud, Jesús Santín, con motivo de su participación este miércoles, 20 de febrero, en el XVIII Congreso Nacional de Hospitales.
Esta cita, que tiene lugar en el Palacio de Euskalduna de Bilbao (Vizcaya), abordará la problemática de "cómo continuar mejorando las prestaciones, poniendo a disposición de los ciudadanos los más modernos medios de diagnóstico y tratamiento, y a la vez mejorar la eficiencia del sistema para evitar su colapso económico", explican.
A juicio de Santín, la tecnología médica, y en particular el diagnóstico por imagen, "proporciona un arsenal de recursos de primer orden para contribuir a resolver la ecuación". Por ello, lamenta que, "con cierta frecuencia, se escuchen voces que pretenden culpar a la tecnología del incremento del coste sanitario".
Para él, la tecnología "no es el problema, sino la solución con mayúsculas". Como muestra de ello, recuerda la época de los años 70, en la que, "ante muchas patologías, el único recurso para inferir el origen de la enfermedad era intervenir quirúrgicamente al paciente y observar".
En la actualidad, el diagnóstico por imagen ha cambiado la situación "de forma dramática", ya que permite realizar estudios no invasivos, sin dolor, con nulas o pequeñas molestias para el paciente, y con un resultado diagnóstico certero, sostiene. Además, expone que "maximiza las oportunidades de curación y elimina costes derivados de acciones innecesarias".
Como ejemplo de esta contención del gasto, señala que, "en tan sólo unos años, el gasto del sector público en diagnóstico por imagen ha pasado de 3,6 euros a 0,6 euros por habitante". Por ello, indica que el impacto en los presupuestos de no invertir en tecnología sanitaria "sería casi imperceptible".
APUESTA POR UN CAMBIO EN EL MODELO DE GESTIÓN DE LA TECNOLOGÍA
La falta de recursos en este ámbito provocaría la pérdida de oportunidades "de mejora de la calidad asistencial, de generación de eficiencias y de transformación profunda del sistema, donde la tecnología a día de hoy es una importante facilitadora", explica Santín. Así, apuesta porque en España se modifique "el modelo de gestión de la tecnología".
Se debe cambiar "la actual aproximación defensiva en la que se invierte cuando se puede, y se espera que los sistemas permanezcan en servicio el mayor número de años posible, sin una política de actualizaciones, particularmente importante en un área en la que la evolución tecnológica es de las más altas de los sectores industriales", continúa.
A su parecer, no hacerlo implica que el nivel tecnológico y, en paralelo, las prestaciones y calidad de los resultados "se vayan degradando". En este sentido, expone que la antigüedad del parque instalado en España "dobla la de otros países europeos en ciertas áreas y modalidades".
Por todo ello, sugiere que el hospital del futuro "tendrá una serie de características resultantes de la situación sanitaria actual y para las que la tecnología puede ofrecer una contribución muy relevante". De este modo, confirma que deben realizarse seis grandes transformaciones.
Éstas son "un hospital de agudos y críticos en el que el paciente crónico sale del hospital y se monitoriza en casa, la reducción del 'gap' entre las unidades de críticos y las plantas de hospitalización, mejorando la atención a los semicríticos y la conexión con el exterior y la interconexión internamente", explica.
Además, el hospital "estará más centrado en el paciente y sus necesidades, se optimizará la gestión de la información para mejorar la toma de decisiones por parte del médico y se obtendrá más eficiencia para guiar los procesos internos del hospital", manifiesta. Para ello, Philips "es y quiere seguir siendo" un verdadero socio tecnológico en la necesaria transformación del sistema, concluye Santín.