MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Aunque muchos jóvenes parecen tener una vida social plena y un círculo de amistades amplio, un nuevo estudio de la Universidad de Kansas (Estados Unidos) revela que la sensación de soledad sigue siendo frecuente. La investigación muestra que, en la transición hacia la adultez, los constantes cambios vitales y la incertidumbre pueden generar sentimientos de desconexión, incluso entre quienes tienen una vida social activa y sólida.
El estudio desafía las ideas preconcebidas sobre la soledad en la juventud, al descubrir que la sensación de desconexión puede coexistir con una vida social plena y activa.
LA SOLEDAD JUVENIL NO SIEMPRE ES AISLAMIENTO
El estudio, publicado en 'PLOS One', se titula 'Soledad y conexión en la adultez emergente: La ambivalencia de la sociabilidad en tiempos de transición'.
La investigación, de la que es coautor Jeffrey A. Hall, profesor y director del Departamento de Estudios de la Comunicación de la Universidad de Kansas, revela que los cambios vitales constantes, la intimidad tardía y la inestabilidad prolongada -sobre todo entre las mujeres con estudios universitarios- pueden contribuir a la ambivalencia social, incluso cuando los jóvenes cuentan con amistades sólidas y redes sociales robustas.
Hall llevó a cabo la investigación con Natalie Pennington de la Universidad Estatal de Colorado y Amanda J. Holmstrom de la Universidad Estatal de Michigan, todas en Estados Unidos, encuestando a casi 5.000 estadounidenses de todas las edades sobre su vida social y los cambios recientes en sus vidas, como mudarse, cambiar de trabajo, iniciar nuevas relaciones o completar una carrera universitaria.
AMBIVALENCIA SOCIAL: CONECTADOS PERO SOLOS
La mayoría de los jóvenes adultos manifestaron estar satisfechos con sus amistades y seguros de su capacidad para hacer nuevas. Sin embargo, muchos aún reportaron sentirse solos. Los hallazgos sugieren que no solo la cantidad o la calidad de las amistades impulsan el bienestar social, sino también cómo las personas afrontan la turbulencia de la vida moderna. Las transiciones frecuentes y la incertidumbre pueden erosionar silenciosamente la salud social, incluso estando rodeado de buenos amigos.
"Queríamos desafiar la idea generalizada de que los jóvenes de hoy están desconectados y solos", plantea Hall. Cada vez se oye más que los jóvenes están desconectados y poco dispuestos a relacionarse entre sí. Nuestro estudio reveló que los jóvenes adultos tienen muchos amigos y oportunidades sociales, y se esfuerzan por mantenerse conectados. No se trata de que estén solos o desconectados; muchos experimentan ambas cosas a la vez.
El estudio introduce el concepto de "seguridad ontológica": una sensación de previsibilidad y pertenencia que sustenta el bienestar social. Sin ella, incluso una vida social plena puede parecer frágil.
NO ES SOLO LA CANTIDAD DE AMIGOS, SINO CÓMO VIVIMOS LA TRANSICIÓN
"Cuando nuestras vidas, incluyendo nuestra vida social, son más predecibles, tendemos a sentirnos más seguros y con un propósito", asegura Hall. "Los jóvenes adultos buscan la conexión mientras experimentan los altibajos de la transición a la adultez, un periodo de cambio constante que, idealmente, culmina en una mayor estabilidad. Pero desde la década de 1990, las tendencias sugieren que los jóvenes han estado postergando decisiones importantes como comprar una casa, casarse o tener hijos, y esa postergación afecta su sensación de conexión".
En contraste, los participantes del estudio que reportaron un mayor bienestar social tendían a ser mayores, menos estresados ??y con vidas más predecibles. Si bien tenían menos amigos que los adultos jóvenes, sus redes sociales eran más estables.
El estudio ofrece una visión esperanzadora de la juventud, no definida por el aislamiento, sino por la transición. La mayoría de los jóvenes no tienen dificultades para encontrar amigos; están aprendiendo a conservarlos mientras se adaptan a los frecuentes cambios de la vida. Sus momentos de soledad tal vez no indiquen un aislamiento persistente, sino dificultades propias del crecimiento: el proceso de construir intimidad, estabilidad y propósito en una sociedad donde el camino a la adultez es más largo y abierto que nunca.
EN RESUMEN, LA SENSACIÓN DE SOLEDAD SIGUE SIENDO COMÚN
Aunque muchos jóvenes cuentan con amigos y redes sociales activas, la sensación de soledad sigue siendo común. La investigación de la Universidad de Kansas muestra que no es la falta de relaciones lo que provoca este sentimiento, sino la incertidumbre y los constantes cambios de la vida en la transición a la adultez, como mudanzas, cambios de trabajo, nuevas relaciones o postergar hitos importantes como casarse o comprar una vivienda.
El estudio introduce el concepto de “seguridad ontológica”, que se refiere a la sensación de previsibilidad y pertenencia que sostiene el bienestar social. Cuando esta seguridad falta, incluso quienes tienen una vida social plena pueden sentirse desconectados. En otras palabras, los jóvenes no están aislados, pero la inestabilidad y los cambios prolongados pueden generar la paradoja de sentirse solos mientras están conectados.